Arroyo ratifica su política de austeridad: “Vamos a ahorrar todo lo que se pueda ahorrar”

Tras anunciar que desde este lunes 1 de agosto y por el plazo de 120 días quedará congelado el ingreso de personal a la planta permanente de la Comuna y suspendido el otorgamiento de horas extras, el intendente Carlos Fernando Arroyo ratificó en las últimas horas su política de austeridad en el marco de la crisis financiera del municipio de General Pueyrredon; un discurso que se contradice con la realidad: en los ocho meses que lleva de gestión, el jefe comunal ya nombró a 118 funcionarios e ingresaron 250 empleados municipales a planta permanente.

“Vamos a ahorrar todo lo que se pueda ahorrar”, dijo, y aseguró: “Ordené apagar la luz cada vez que se pueda apagar, no gastar combustible por el simple hecho de gastar, los vehículos oficiales se van a usar solo con permiso escrito para evitar desplazamientos innecesarios. Los funcionarios no tendrán más teléfonos celulares pagos por el Municipio, se los tendrán que pagar ellos mismos”.

Sin embargo, aclaró que “no se va a ahorra en medicamentos y comida para los chiquitos” y aseguró que, “si es necesario, vamos a invertir más” en ese aspecto. Además, señaló que las horas extras no se recortarán en cementerios, áreas de salud ni educación y reconoció que no se resolverá el déficit “dejando de pagar las horas extras”.

Más adelante, Arroyo anticipó que el ajuste también recaerá sobre los edificios que la municipalidad alquila. “Estamos mudando Gestión Ambiental, analizando otras alternativas para poder ahorrar gastos”, ejemplificó.

A su vez, indicó que la estructura levantada en Libertad y Tandil (ex202), a la que iban a ser trasladadas las dependencias que funcionan dentro del actual Palacio Comunal continuará paralizada por falta de fondos. “No es prioridad en este momento; estamos trabajando en cosas más inmediatas”, aseveró.