Luz verde para que Cocodrilo desembarque en Mar del Plata

El intendente Carlos Arroyo rectificó el decreto firmado por la anterior gestión municipal que imposibilitaba la apertura del boliche Cocodrilo, al considerar que no existe impedimento para llevar adelante actividades comerciales en el local ubicado en Aristóbulo del Valle y la costa. Se estableció que la prohibición alcanza “exclusivamente al desarrollo de actos compatibles con el delito de trata de personas”.

En ese sentido,  el jefe comunal cuestionó el decreto rubricado por Gustavo Pulti. “Con la amplitud que quedó redactado, se estaría prohibiendo toda actividad comercial, independientemente del rubro, denominación, etc., resultando ello un exceso en el debido ejercicio del poder de policía municipal”,  explicó Arroyo en el reciente decreto Nº 1785. 

En la documentación oficial, a la cual 0223 tuvo acceso, desde el Ejecutivo municipal se recordó que “en virtud de un amparo, en el inmueble en cuestión, se han desarrollado actividades comerciales desde el mes de diciembre de 2015 hasta el mes de abril de 2016”. “El local en cuestión posee habilitación comercial para los siguientes rubros: restaurante con baile o espectáculos, café, bar, heladería y venta de bebidas”, se puntualizó. 

Cabe recodar que el exintendente Gustavo Pulti firmó un decreto que prohibió la apertura de Cocodrilo en la intersección de la costa y la calle Aristóbulo del Valle. En junio del pasado año, el exjefe comunal tomó la decisión después del pedido que el fiscal Daniel Adler le hizo para que se rechace la habilitación del local nocturno, en el que se sospecha se ejerce la trata de personas.

“La apertura de este local generaría una violación inminente de los derechos de las mujeres, en especial el de preservar su dignidad frente a situaciones de explotación”, sostuvo Adler.

Al mismo tiempo, afirmó que el funcionamiento de este establecimiento entraría en “enfrentamiento con normas del derecho nacional e internacional”.

En el decreto, Pulti citó los argumentos del escrito de Adler para explicar su decisión ya que el mismo fiscal había presentado oportunamente documentación sobre las causas en las que está involucrado el boliche, que lleva el mismo nombre que el que está en el barrio de Recoleta de la Capital Federal.

Según el fiscal “bajo el ropaje de legalidad se encubriría la apertura de uno de los lugares prohibidos por los artículos 15 y 17 de la ley 12.331, cuya finalidad fue la de preservar la dignidad de las mujeres que tienen derecho a ejercer la prostitución, pero no a ser explotadas en su ejercicio”.

En el medio de la polémica por la apertura de Cocodrilo en esta ciudad, el titular de la marca, Omar Suárez, aseguró hace casi un año que "no soy un proxeneta ni un cosificador de mujeres". Y dijo que la sucursal de Cocodrilo en Mar del Plata "va a ser un espacio para que la gente se divierta frente al mar" y pidió "que gasten en energía en donde está verdaderamente el problema, no en un boliche bailable".