De la Torre: “La provincia quiere ayudar a Mar del Plata con obras, no a pagar los sueldos”

5 de Junio de 2017 07:00

Joaquín De la Torre, hombre de confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal, hace constantes visitas a Mar del Plata. Se lo calificó como el nuevo interventor del gobierno de Carlos Arroyo, el encargado de bajar las “sugerencias” del gobierno provincial. Sin embargo, elige el bajo perfil: aparece en pocos actos, trata de no sobreexponerse y tampoco da demasiadas notas. En una entrevista con 0223 dice que pasa menos días en Mar del Plata de lo que muchos creen, pero se muestra muy al tanto de la realidad local. Recuerda, sobre todo, el convulsionado cierre del año pasado y afirma que “hubo que mostrar que había una decisión política de ayudar a Mar del Plata”.

“El problema más grande de Mar del Plata es que tiene una municipalidad organizada para tener deuda todos los meses, siempre esperando que la Nación y la Provincia ayuden”, analiza.

 El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires también habla de las elecciones que se vienen y asegura que la “sugerencia” de Vidal es que haya una lista de unidad, pero no desconoce la realidad de Mar del Plata.

“Hay sectores del radicalismo que tienen una mirada crítica sobre el gobierno municipal y en algunos casos le hacen reclamos al gobierno provincial desde el Concejo Deliberante. No puedo hacer que eso no sea una expresión de Cambiemos”, sostiene.

-¿Cuántos días por semana pasa en Mar del Plata?

-Creo que no llega a uno de promedio por semana. Hay semanas que por ahí estoy más tiempo y después pasan dos o tres semanas que no vengo.

-¿Y cuál es su rol en esas visitas a Mar del Plata?

-Tratar de ayudar a que el gobierno municipal esté en el buen camino. Acompañar. Aprovecho para hablar mucho con los intendentes de la región, me sirve para estar en el sudeste de la provincia. De todos modos, Mar del Plata es una ciudad muy importante que tiene características que representan a toda la Provincia: puerto, turismo, mucha industria, producción agrícologanadera.

-Y también tiene problemas emblemáticos.

-Tiene problemas emblemáticos, desgraciadamente muchos de ellos generados por la política.

-Comenzó a venir seguido un poco antes de ser designado ministro de Gobierno. ¿Cómo encontró la ciudad en aquel entonces y cómo la ve ahora?

-Pasaron cosas. La primera es que empezaron a llegar las obras de Provincia y Nación. Dos obras muy importantes de la provincia que se están haciendo y benefician a Mar del Plata son el gasoducto y el acueducto del oeste. Hay obras menores en funcionamiento. Hoy hicimos una recorrida por salas, asfaltos, obras de cloacas.

Después creo que también se logró un razonable acuerdo en el Concejo Deliberante para destrabar muchas de las cuestiones que el Ejecutivo tenía trabadas en noviembre y diciembre. Esas cosas se solucionaron. Más allá de que ahora empieza la competencia política, se le dio tranquilidad al pueblo y al gobierno de Mar del Plata para que pudiera hacer lo que creía necesario.

-¿Cuál fue su incidencia en ese acuerdo?

-Yo soy un ministro de María Eugenia y la presencia de un hombre de la gobernadora ayuda a tener paz y eso tratamos de hacer. Hubo que mostrar que había una decisión política de ayudar a Mar del Plata.

 

-Se habló mucho de la idea de soltarle la mano al intendente, también de intervención del gobierno, ¿cómo es la relación suya y de la Provincia con Arroyo?

-Arroyo es uno de los 135 intendentes, pero además es el intendente de una de las ciudades más emblemáticas e importante delas que tiene la provincia de Buenos Aires. En ese marco, la relación es muy buena, al igual que con los otros 134 intendentes. Tratamos de que todos tengan buena relación con el gobierno provincial, parte de eso es mi tarea. La semana pasada visité 25 de Mayo, Rauch, Trenque Lauquen, América, Tejedor, Guaminí y Pigüé. Estuve con 14 intendentes, de los cuales 9 eran del Frente para la Victoria y 5 de Cambiemos. La relación es todo lo buena que se puede, con situaciones complejas. La Municipalidad de Mar del Plata tiene una situación compleja.

-En esa situación, ¿cuánta responsabilidad hay de la famosa herencia y cuánto de las primeras decisiones que tomó Arroyo?

-No me corresponde responder, pero voy a decir lo que creo. Cuando asumió el gobierno municipal actual había una descripción respecto de la herencia. Yo creo que lo más grave de la herencia no era el stock de deuda, sino el flujo de deuda permanente. El problema de Mar del Plata no es la deuda que tenía en diciembre de 2015, que era alta. El problema más grande es que tiene una municipalidad organizada para tener deuda todos los meses, siempre esperando que la Nación y la Provincia ayuden.

La Nación y la Provincia tienen muchas ganas de ayudar a Mar del Plata, lo hacen con un monto de plata impresionante en relación a otros municipios, pero la idea es ayudar a Mar del Plata con obras, con mejor calidad de salud, de seguridad. Y muchas veces antes que eso está ayudar a la Municipalidad para que pueda pagar sueldos o gastos corrientes. Eso hay que solucionarlo.

-¿La paritaria municipal 2016 y la 2017 son una muestra para ustedes de ese cambio que esperan?

-Eso fue importante. Es verdad que estuvimos muy encima, tanto Lacunza, como Villegas y yo, pero hay una actitud responsable.

 

Las problemáticas del desempleo y la pesca

-Hablamos de problemas emblemáticos de la ciudad y el primero es la falta de empleo. ¿Cómo lo analiza?

-La última información respecto de la anterior es que sigue siendo Mar del Plata la ciudad más importante en esta desgracia, pero también que bajó el número. Es una buena noticia más allá de que la foto sigue siendo mala. El desafío de Mar del Plata es recrear las condiciones naturales que tiene la ciudad y ponerlas en funcionamiento.

-¿Cómo se hace?

-Yo traje un catalán especialista en turismo, que volverá en un mes y medio. Él me contaba que todas las ciudades turísticas importantes del mundo tuvieron el mismo problema que hoy tiene Mar del Plata que es una cuestión de envejecimiento de sus propuestas. Darse cuenta que cada vez hay más competencia, el mundo es más cercano y lo que antes era difícil que sucediera, hoy sucede más fácil. La competencia es más compleja. Mar del Plata sigue siendo la ciudad turística por excelencia de la Argentina, pero de pronto empezó a competir con Bariloche, Córdoba, pero también con París, Camboriú y ciudades de Ecuador y Perú. Hoy lo que tiene que hacer Mar del Plata es revivir ese desafío con la certeza de que como tiene las mejores condiciones le va a ir bien. Pero hay que entender que lo que antes pasaba de una determinada manera hoy ya no va a pasar, y tener la tranquilidad de que las condiciones naturales las tiene y las seguirá teniendo. Hay que trabajar sobre eso.

"Muchos políticos vienen a sacarse fotos al puerto pero después generan leyes que lo perjudican"

-¿Cuando habla de condiciones naturales, plantea la idea de volver a temporadas como las de la década del '80 o hace falta darle un nuevo perfil a la ciudad?

-Mar del Plata es una ciudad linda todo el año. Por lo tanto tiene condiciones hoteleras, gastronómicas, naturales y tiene una sociedad civil con muchas inquietudes. Hay talentos que todo el tiempo están surgiendo. La gobernadora me hablaba el otro día de Lucciano's que es una heladería que tiene origen en Mar del Plata y es un furor en Buenos Aires. María Eugenia me contaba que sus hijos van a esa heladería y yo le dije que mis hijos también, pero no sabía que era de Mar del Plata. Y todo el tiempo nos encontramos con éxitos maravillosos de personas de esta ciudad. Las cosas están dadas, queda que la política local se ordene para que la plata que el gobierno nacional y provincial pone para pagar sueldos y gasto corriente, lo puedan poner para hacer valorar ese talento y las condiciones naturales que tiene la ciudad.

-Otro lugar con problemas es el Puerto. ¿Cómo lo ven?

-Estuvieron la semana pasada el ministro de Trabajo y el de Agroindustria. El puerto tiene cuestiones que hay que resolver y acompañar. Y también tiene cuestiones que genera la misma política. A principio de año el gobierno nacional dictó un decreto por el cual sacaba el beneficio de los puertos que competían con el puerto de Mar del Plata. Muchos de los políticos que vienen acá a sacarse fotos al puerto y a hablar de la situación del Puerto son los que cuando están en Buenos Aires generan leyes que perjudican al Puerto de Mar del Plata.

-¿Quiénes?

-Tanto el Frente Renovador como el Frente para la Victoria están apoyando la ley que deja sin efecto el decreto del gobierno nacional, poniendo en la misma circunstancia a los puertos de Mar del Plata con los del sur. Hoy, lo que han hecho es jugar en contra de Mar del Plata. El gobierno nacional equilibró una situación con un decreto y hoy diputados de la provincia de Buenos Aires, que son parte de esas comisiones, votan en contra del Puerto de Mar del Plata. A todos nos encanta sacarnos fotos y hablar, pero después hay que ver las actitudes concretas de cada político.

-Más allá de ese decreto, desde el Puerto le hacen varios reclamos al gobierno.

-Hay reclamos que tienen que ver con condiciones país, que son más complejas y está la posibilidad de entregar subsidios o soluciones pasajeras que requieren de que mejoren las condiciones del país.

El Puerto de Mar del Plata no tiene una mala situación por estos 18 meses, sino por cuestiones muy anteriores y que siempre se pusieron debajo de la alfombra. Hoy el desafío es tratar de acompañar la situación para ir paliando el mal momento pero también tenemos que buscar entre todos, sobre todo el sector pesca, ser competitivos en el resto del mundo.

 

Las elecciones

-Recién mencionaba que ya estamos en la competencia electoral, ¿en cuánto influye gobernar con las elecciones tan próximas?

-Si dijera otra cosa sería mentir y sería contrario a la orden de María Eugenia: nosotros estamos trabajando el 90% en gestión. Y el 10% que puede tener que ver con la política es a la noche o los fines de semana. Si el 100% de mis 15 o 16 horas de trabajo por día no las dedico a la gestión, la tengo a la gobernadora reclamándome fuertemente. La gente en las elecciones vota la gestión, las obras, la batalla con las mafias y vamos a seguir ese camino.

-En ese 10% compartió un acto en Mar del Plata con los concejales de Crear que se incorporaron a Cambiemos...

-Fue a la noche...

-¿Le trae algún dolor de cabeza dar a entender que ellos son sus hombres en Mar de Plata?

-Para nada, yo estoy muy orgulloso de la amistad que tengo con Lucas. No siempre fue lineal, hemos tenido discusiones, pero cuando él me necesitó yo estuve y cuando yo lo necesité él estuvo. Siempre poniendo nuestros valores y la ciudad de Mar del Plata por encima. Siempre creyó que lo mejor para la ciudad era su norte y yo eso lo respeto. Aunque a veces eso no necesariamente era lo que a mí políticamente me convenía. Hoy volvemos a confluir en el mismo espacio.

 

-¿Le gustaría que sea el referente de un sector de Cambiemos en Mar del Plata?

-Eso lo va a decidir la política. Creo que es una persona con muchos valores, que tiene la capacidad, pero es la política y la gente la que toma las decisiones. Desde ya que tiene mi acompañamiento.

-Más allá de que usted remarque que hay mayor orden en la política local, Cambiemos atraviesa algunas turbulencias. ¿Cómo espera la provincia que sea el cierre de listas?

-Que haya internas no es que haya convulsión. Tal vez hay miradas distintas. Ojalá que puedan llegar a una lista de unidad, pero es algo que lo tienen que resolver los actores políticos marplatenses.

-¿La provincia no va a intervenir?

-La provincia tiene sugerencias respecto de la búsqueda de los acuerdos y eso es general. Después, no podemos obligar a nadie a hacer cosas que cree que no corresponden. Está claro que hay sectores del radicalismo que tienen una mirada crítica sobre el gobierno municipal y en algunos casos le hacen reclamos al gobierno provincial desde el Concejo Deliberante. No puedo hacer que ésa no sea una expresión de Cambiemos porque no es la que me queda más cómoda. Puedo no compartirla, pero es una mirada de Cambiemos.

-A nivel general, ¿cómo ve Cambiemos en la provincia?

-Lo veo bien, creciendo, consolidado. Es un espacio nuevo que tiene todos los problemas de un espacio nuevo y un espacio que crece. Tiene una conducción muy importante en la gobernadora, que ha detectado cuáles son los problemas de esta provincia, que vienen arrastrados de hace tiempo y nunca habían tenido un gobernador con ganas de enfrentarlos.  A partir de ese liderazgo consolidado, que tiene que ver con decisiones, valentía y vocación para resolver los problemas y no de una cara bonita que la tiene, o de una simpatía que también la tiene, ayuda a la situación de Cambiemos en la provincia.

-En esas batallas que marca, ¿la pelea contra la Policía es la más significativa?

-No, es una más. La batalla contra el delito, donde puede haber fuerzas policiales, política, de los Servicios Penitenciarios, acostumbramientos de estados de situación que fueron empeorando, dejaron que esa bolita que caía de la punta de la montaña pasara a ser un bolón y nos trae muchos males todos los días. Son distintas situaciones, pero tienen la misma matriz, que es esa con la que la gobernadora no soportó convivir y decidió enfrentarla.

-Fue intendente en un distrito importante, tiene muchos años en política. ¿Cuánto cree que influirá la economía doméstica en el resultado de las elecciones?

-La economía es una de las cuestiones por las cuales la gente toma la decisión de a quién vota. Pero si nosotros miramos lo que van mostrando las encuestas la gente tiene la decisión tomada de seguir votando hacia delante, terminar con determinadas condiciones del pasado y buscar soluciones en el futuro. En eso Cambiemos hoy tiene claramente una delantera de cómo se plantea. A todos nos encantaría decir que la economía una vez más se soluciona con magia, pero cuando miramos los 35 o 40 años para atrás, ya hubo muchas veces magia. Y al final de la magia y ese sentido que estamos mejor, después hubo fracaso y pobreza.

Está claro que la magia da bienestar momentáneo, pero no soluciona los problemas de los argentinos. Muchas veces se aprovechó de devaluaciones, pero al final de eso hubo más personas pobres en la Argentina. El camino tiene que ser más duro, más lento, pero serio.

-La pobreza por ahora no bajó, al contrario. ¿Cómo cree que será el número en 2019?

-Trabajamos para que todos esos números sean más bajos que el día que nos tocó asumir. Cuando uno mira el Indec y ve que en diciembre de 2015 había 32% de pobres, tiene claro que nuestro desafío es que ese número sea bastante inferior.

En el año '74 pasaban tres cosas en la Argentina. Se moría el General Perón, el tren venía y se iba seis veces por día de esta ciudad y había 4% de pobres. Hoy, hace mucho tiempo que no viene el tren y hay 7 u 8 veces más de pobreza en la Argentina. Si la política y las soluciones mágicas fracasaron tantas veces, la pregunta es por qué le vamos a pedir a la gente que siga eligiendo lo que ya la llevó por mal camino y no busquemos soluciones distintos. Yo sé que pedirle a la gente que pedirle paciencia a la gente no es agradable ni mi tarea desde la política. Pero les pido que miremos para atrás y veamos si todas las veces que salimos rápido al final de esas salidas rápidas encontramos más beneficios o menos beneficios. Que pasamos años de bienestar, sí, el problema es cómo terminamos después de esos años de bienestar. Las fiestas son divertidísimas, pero a la mañana siguiente a uno le duele la cabeza si toma de más o si come de más.