Punta Mogotes, un barrio conmocionado por la tragedia del edificio

Frente a la edificación se encuentra La Vereda de Vicente, un bar con mucha historia en el barrio. Ese fue el lugar desde donde salieron Agustina Ferro (35) e India Luzardi (3) hacia donde finalmente perderían la vida. También fue el espacio en el que se vivieron momentos de angustia entre familiares y amigos.

29 de Diciembre de 2018 20:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los vecinos de Punta Mogotes todavía no salen del asombro. El edificio de Puan y Acevedo que este sábado sufrió el derrumbe de sus balcones y provocó la muerte de una mujer de 35 años y de su hija de 3, está en el corazón del barrio y es el principal punto de reunión de los habitantes de la zona.

"Estábamos en el fondo de la casa y escuchamos un ruido muy fuerte que nos llamó la atención", contaron a 0223 una mujer y su esposo que viven a apenas 40 metros de donde ocurrió la tragedia. "Cuando salimos a la vereda vimos una nube de humo impresionante y escombros por todos lados", revelaron. 

El edificio está ubicado sobre la calle Puan, que es el centro comercial que tiene el barrio de Punta Mogotes. A escasos días del mes de enero, la zona es muy concurrida por vecinos y turistas que eligen las playas del complejo para veranear. "Menos mal que esto no pasó unas horas más tarde porque la tragedia hubiese sido mucho peor", señaló Pedro, quien vive a dos cuadras del lugar.

Debajo del edificio hay un local de la heladería La Cremerie, el local People Blue, un comercio de ropa y una veterinaria. Además, por la calle Puan hay dos supermercados y una gran cantidad de comercios por los que transitan una gran cantidad de personas constantemente.

Frente a la edificación se encuentra La Vereda de Vicente, un piano bar con mucha historia en el barrio al que diariamente concurren cientos de personas. Ese fue el lugar desde donde salieron  Agustina Ferro (35) e India Luzardi (3) hacia donde finalmente perderían la vida. También fue el espacio en el que se vivieron momentos de angustia entre familiares y amigos que se iban acercando a medida que conocían la noticia.

"No puedo creer lo que pasó; no puedo dejar de pensar que todo el día paso por esa vereda con mis nietos, esto es realmente muy triste", aseguró Ester, quien se había acercado a Puan y Acevedo para comprar facturas en la panadería de la esquina que está ubicada en diagonal al edificio.