Caso Lario: rastrillaron un predio y revisaron dos automóviles abandonados

Lo había pedido el abogado de la familia del arquitecto desaparecido cuando una persona dijo haber escuchado que había sido asesinado. 

9 de Marzo de 2018 15:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

En el marco de la causa que investiga la desaparición -hace cinco años y medio- del arquitecto Fernando Lario y tras la declaración de una persona que dijo que el profesional fue asesinado tras un robo, efectivos policiales y judiciales realizaron un rastrillaje en un predio de Playa Serena en el que revisaron dos automóviles abandonados en el lugar.

El fiscal Fernando Castro le confirmó a 0223 que en el lugar -de difícil acceso- había apenas dos rodados en lugar de los cerca de veinte que algunas personas aventuraban había en el lugar. Personal de Tránsito, efectivos policiales, de Prefectura y del Cuerpo de Ayudantía Técnica a la Instrucción (CATI) junto al abogado de la familia Julio Razona rastrillaron el predio", señaló.

Si bien el cuerpo principal del expediente sigue con la calificación de averiguación de paradero, el titular de la fiscalía 1 tomó -a propuesta de la familia del arquitecto- una declaración informativa a una persona por el supuesto delito ne homicidio en ocasión de robo. "No está imputada del delito y declaró haber escuchado a un hombre decir que habían 'levantado' a una persona para asaltarla y que la habían asesinado", agregó.

El 7 de julio de 2012 el  docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata se retiró del complejo de Funes y Roca y nunca más mantuvo contacto con algún allegado. Un abrigo y el morral que utilizaba aparecieron cerca de un acantilado camino a Chapadmalal.

En un primer momento la causa estuvo a cargo de la fiscal María Isabel Sánchez y a mediados de 2015 pasó a manos de Fernando Castro. A fines del año pasado la Procuracón General de la provincia designó a dos funcionarios de la Policía Judicial para ayudar en la investigaciòn.

A partir de esa tarea se avanzò  en nuevas líneas investigativas que permitieron cambiar la calificación del hecho. Tanto la familia del arquitecto como su abogado creen se trató de un homicidio en ocasión de robo.

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