"Nos sentimos estafados"

Mientras el municipio supervisaba desde primera hora del día el desalojo del predio donde funcionaba el Rancho Móvil, de a poco iban llegando los socios al lugar para identificarse y retirar sus pertenencias.

Aunque la asociación civil que administraba en lugar estaba notificada de que tenía un plazo de cinco días para abandonar la unidad turística fiscal ubicada sobre el kilómetro 544 de la ruta provincial 11, algunos propietarios de las cabañas instaladas ilegalmente en la reserva se mostraron entre sorprendidos y molestos al ingresar al predio.

“Nos sentimos mal por haber confiado en gente que no sabe dirigir algo así”, dijo Alejandra, una mujer que hace poco tiempo había comprado dos espacios para instalarse. “La gente que esta acá era buena, venía a pasar el día en la naturaleza y todo eso se perdió; todos estamos mal porque ahora nos tenemos que ir”, lamentó en diálogo con 0223.

“Compramos una parcela acá sin saber que iba a pasar todo esto pero el que estaba dirigiendo todo esto sabía que podía terminar así; nos sentimos estafados”, sostuvo.

A su entender, el final del proyecto original fue consecuencia del “abuso” que cometieron quienes estaban al frente de la asociación civil. “Es todo político: el que manejaba todo esto vio que podía ganar plata y permitió que se hicieran cabañas, hasta que pasó esto”, dijo.