¿Por qué paramos?

Este 8 de marzo las mujeres de todo el mundo se movilizarán para reclamar por sus derechos y Mar del Plata no será la excepción, seremos protagonistas del paro y movilización en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. ¿Por qué marchamos?

Las mujeres paramos porque reivindicamos nuestra capacidad de liderazgo para la participación política, somos trabajadoras y defendemos nuestros derechos. Reclamamos igualdad de oportunidades

Para alcanzar estas metas, tenemos que avanzar en lo que desde la Red de Parlamentarias Mentoras denominamos "Paridad Sustantiva” porque es necesario ocupar lugares en las listas de representación y hacerlo con las mismas oportunidades para el acceso a los procesos de toma de decisión.
Y también las mujeres debemos ocupar espacios en las instituciones intermedias, colegios y organizaciones sociales , sociedades de fomento. Por citar algunos ejemplos, en el Gabinete del Intendente Carlos Arroyo hay una sola mujer en el cargo de Secretaria, es decir, el 10 por ciento del total. Ampliando un poco más la visión, sobre 103 cargos totales (muchos ocupados por empleados de planta), el 61 por ciento están en manos de hombres. 

Si vemos en perspectiva histórica, nos encontramos con que desde el año 1999 hasta la actualidad, analizando los gabinetes entrantes de los anteriores tres intendentes de la ciudad de diversa afiliación política/partidaria, la tendencia es casi exactamente igual a la percibida en el gobierno actual en donde el 89 por ciento de los cargos fueron asignados a hombres. El panorama en Mar del Plata no es ajeno a la situación en general de la provincia de Buenos Aires y el país. 

La paridad sustantiva es parte de la lucha de las mujeres en este tiempo histórico. Es importante poner esta discusión en el centro de la escena y abordarlo de forma transversal para reducir lo más rápido posible esta diferencia. No se trata solo de leyes que obliguen un porcentaje determinado sino de la voluntad política y la comprensión de que el mundo está cambiando, y en ese mundo las mujeres tenemos mayor protagonismo que antes.

Cuando nos preguntan por qué paramos, también lo hacemos porque la brecha salarial nos sigue perjudicando y en Argentina las mujeres ganamos un 26 por ciento menos que los hombres. Además,  en la defensa de nuestro trabajo aparecen las tareas de cuidado, aún invisibilizadas y no remuneradas. 
Entonces también paramos porque el Estado debe ponerse al frente de la lucha contra la violencia de género, porque es inconcebible que solo en 2019 tengamos la cifra escalofriante de 54 femicidios: cada 31 horas una mujer es asesinada. 


Necesitamos un Estado presente, no solo para protegernos, sino también para diseñar políticas públicas que garanticen acceso e igualdad de oportunidades para todos. 

Por todo esto paramos y marchamos. Porque nos sobran los motivos.