Y un día la crisis llegó a la cerveza artesanal: cierran locales de recarga de botellones

Desde la Cámara de Cerveceros aseguran que las razones son la baja rentabilidad, el “exceso” de locales y los controles municipales. Sin embargo sostienen que el consumo de cerveza “no bajó”.

5 de Mayo de 2019 20:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

La recesión económica afecta los bolsillos de miles de argentinos y en la disyuntiva de llegar a fin de mes, la baja del consumo es inevitable. En esa cuestión, la cerveza artesanal es otro de los sectores que pasó de estar en un franco crecimiento a sostenerse en el medio de la crisis, en un panorama con algunos locales que debieron cerrar, entre los que se destacan los de recarga de botellones.

Desde la Cámara de Cerveceros Artesanales aseguran que en Mar del Plata hay muchos locales que han tenido baja rentabilidad y han tenido que bajar sus persianas, algunos afectados además por los controles municipales en un contexto donde las materias primas que son necesarias para la fabricación de la “birra” son importadas.

“Han cerrado muchas recargadoras, porque evidentemente no les ha sido rentable. Estamos en un momento en que muchos tenemos que restringir algunas cosas por la baja rentabilidad. También hay cervecerías que están cerrando. Mar del Plata pueda que tenga en exceso en este momento y quizás deberían ser temporarias, porque los alquileres hay que pagarlos todo el año”, razonó Pablo Capurro, uno de los representantes de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Mar del Plata, en diálogo con 0223.

En esa cuestión, explicó que si bien “hubo una disminución de cantidad de recargadoras no hubo una disminución en el consumo de recarga”.

“La gente cada vez mas está concientizándose que la cerveza artesanal es más sana que la industrial y se está acostumbrando a la recarga. Los que siguen en pie, se ha incrementado el consumo”, evaluó.

Por otra parte, puso en relieve las “numerosas exigencias municipales” en las que “algunas han tenido que ser clausuradas porque no cumplen con los requisitos”.

“Una cervecería que está habilitada para restaurante, para lavar una tacita de café, un tenedor  o una cuchara, solamente para recargas botellones nos exigen anexar el rubro y rehabilitar la totalidad del local, cosa que es bastante complicada no solo por los costos. Muchos han tenido que dejar de recargar en las cervecerías por este tema. Algunos han tenido que cerrar para readecuarse a las normas y otros porque no redituaba económicamente”, evaluó Capurro.

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