Liberaron a acusado de matar de cuatro balazos a un joven en un descampado

La evacuación de citas tras la declaración del imputado y el análisis de celulares secuestrados durante la investigación permitieron descartar por el momento la responsabilidad de un sujeto acusado ser coautor del homicidio de Nahuel Fernández. A partir de no solicitar la conversión de su detención en prisión preventiva, la Justicia de Garantías ordenó la libertad de Jorge Alberto Farías.

En su pedido la fiscal Andrea Gómez sostuvo que se evacuaron “la totalidad de las citas vertidas por el propio imputado y se ha certificado que el teléfono celular secuestrado en autos y perteneciente a la esposa del mismo no presenta información de relevancia y referente a los sucesos aquí investigados”.

Para la titular de la Unidad Fiscal 4 “se advierte de un análisis integral de las actuaciones que, al menos a la fecha, las declaraciones testimoniales decepcionadas siembran un estado de duda favorable a favor del encartado”.

Aunque la fiscalía solicitó la libertad del imputado, eso no es impedimento para la continuidad de la investigación ya que aún existes otras líneas abiertas para esclarecer el crimen del joven de 22 años. Pocos días antes de la medida solicitada por los investigadores Farías había sido apuñalado en el complejo penitenciario de Batán.

El cuerpo de Fernández fue hallado el mediodía del 3 de junio por una pareja que caminaba en inmediaciones de un descampado ubicado en Juan B. Justo y 212. La víctima tenía en su poder hallaron cinco mil pesos y su DNI, lo que permitió identificarlo y sospechar que se trató de un ajuste de cuentas.

A partir de las primeras tareas desarrolladas en el lugar, efectivos de Policía Científica secuestraron seis vainas servidas calibre nueve milímetros. Las actuaciones por homicidio fueron remitidas al gabinete de la DDI.

Fernández había sido condenado cuando era menor de edad por asesinar a su hermano de tres balazos el 29 de agosto de 2013 en la intersección de Garay y 184. Tras una investigación en trámite en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil se lo condenó a cinco años de prisión. Aunque comenzó a cumplir la pena en el centro de menores de Batán, en noviembre de 2015 fue trasladado al Instituto de Menores de Dolores de donde se fugó en una oportunidad.