El “pastor” acusado de abuso será trasladado directamente al complejo penitenciario de Batán

Miguel Rosendo Acosta está detenido en la comisaría de Famaillá. El juicio se haría en el primer semestre de 2020 y la pena máxima en expectativa es de 18 años de prisión.

Acosta está en la comisaría de Famaillá.

19 de Septiembre de 2019 18:31

Por Redacción 0223

PARA 0223

El “pastor” acusado de abusar a sus dos hijas adolescentes que estuvo prófugo casi dos años y que el miércoles fue detenido en un pueblo rural de la provincia de Tucumán será trasladado directamente al complejo penitenciario de Batán donde quedará alojado hasta la realización del juicio oral y público. Por cuestiones de agenda Tribunal Oral en lo Criminal 1 y de la fiscalía, el debate a Miguel Ángel Acosta se haría el primer semestre del próximo año.

Tras su detención en el pueblo de Yonopongo en el Departamento Monteros de Tucumán, el imputado de 67 años quedó alojado en la comisaría de Famaillá a la espera de que las distintas fuerzas acuerden el traslado interprovincial. “Una vez que el mismo se haga efectivo quedará alojado en el complejo penitenciario de Batán ya que desde el Tribunal se resolvió no realizar una audiencia previa”, confiaron fuentes judiciales a este medio.

La fiscal Andrea Gómez –que a lo largo del proceso judicial había solicitado en reiteradas oportunidades la detención- recordó que el delito imputado tiene una pena en expectativa de 18 años de prisión en virtud de agravantes como la edad, la multiplicidad de víctimas y las cuestiones relacionadas al vínculo o circunstancia de convivencia.

“Acosta dejó demostrado a lo largo del proceso su voluntad de fugarse y de obstruir con la Justicia, de hecho logró suspender dos veces el debate y tenía muchos familiares o contactos en distintos puntos del país”, dijo la fiscal al explicar los motivos que habían llevado a solicitar la difusión de su rostro para lograr detenerlo.

Si bien el “pastor” o “pai” ya tenía un pedido de captura provincial, nacional y otro a cargo de Interpol, fue a partir de la difusión de su rostro que se logró que un vecino en un pueblo a casi 1700 kilómetros de Mar del Plata lo reconociera y se comunicara con autoridades policiales y judiciales de la ciudad. Acosta había dicho cuando se instaló con cuatro niños en el pueblo hace tres meses que era viudo.

Una vez resuelto el traslado, deberá coordinarse la fecha del debate oral y público que en octubre de 2017 se suspendió cuando Acosta no se presentó en Tribunales. “Veremos la agenda del Tribunal y la nuestra porque Mar del Plata es uno de los pocos departamentos judiciales de la provincia en los que la instrucción y el juicio lo hace el propio fiscal”, explicó Gómez.

La investigación a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción 4 se inició en enero de 2015 cuando la madre de las víctimas denunció los abusos que le contaron  dos de sus hijas. El avance de las actuaciones permitió confirmar que Acosta “abusó sexualmente de ellas en forma reiterada, abusando de la relación de dependencia de la menor hacia el mismo y aprovechando a su vez la situación de convivencia, consistiendo los abusos, en tocamientos de partes pudendas, penetraciones vaginales y anales”.

La materialidad de los hechos y la autoría penalmente responsable de Miguel Rosendo Acosta aparecieron –a criterio de la fiscal- convincentemente demostrados en base a la denuncia de la madre, los informes médicos y a las declaraciones que hicieron las víctimas en Cámara Gesell.