Bajo estrictos protocolos, Coarsa retoma ambiciosos proyectos para Mar del Plata

Luego de más de 50 días de parate por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la constructora Coarsa reactivó ambiciosos proyectos que tenía en marcha en Mar del Plata. El desafío no fue sencillo: todas las empresas del sector de la construcción acordaron implementar un estricto protocolo sanitario para preservar a sus trabajadores y evitar que se generen focos de contagios de Covid-19 en Mar del Plata.

En estos momentos, la firma marplatense creada en 1994 por el arquitecto Daniel Giacondino, lleva adelante 12 obras en proceso, las cuales son constituidas por edificios de oficinas, edificios de viviendas y edificios institucionales, como también la construcción completa de dos barrios privados.

 “Todos estos días que estuvimos sin poder trabajar fueron muy difíciles. En nuestro caso, no recibimos ningún tipo de asistencia del Estado, quedamos fuera del programa de Ayuda al Trabajo y la Producción”, explicó Julián Giacondino, uno de los directivos de la empresa en diálogo con este medio.

No obstante las dificultades, aclaró, mantuvieron el 100% de los salarios de los 200 empleados que tiene la firma. “Se les pagaron todas las quincenas. Fue un esfuerzo muy importante, pero para nosotros el capital humano de la empresa es una de las cuestiones que nos distinguen”, agregó.

En esa línea, las autoridades de la empresa también resaltaron la labor de la gerencia técnica, administrativa y de recursos humanos, así como de todo el personal administrativo, quienes realizaron una tarea fundamental a lo largo de estos 50 días para sacar a la empresa adelante.

El caso de Mar del Plata es inédito en la Argentina. Es el único aglomerado de más de 500 mil habitantes en el que el gobierno dio autorización para que retornen las obras privadas. Es por eso que las empresas de Mar del Plata y todos los actores nucleados en el foro de la construcción decidieron elaborar en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Productivo un estricto protocolo de seguridad e higiene para combatir la pandemia que sacude al mundo.

“Uno de los puntos que plantea el protocolo es que los trabajadores no utilicen el transporte público de pasajeros. En nuestro caso resolvimos contratar dos colectivos privados para transportar a la gente”, señaló Giacondino. Los vehículos tienen asignado un recorrido en el que van levantando a los trabajadores para evitar que haya mayor circulación en los colectivos.

Una vez en la obra, todo el personal es sometido a un proceso de desinfección, se les toma la fiebre para descartar que alguno tenga síntomas compatibles con el Covid-19 y se los hace oler algodones mojados en vinagre para confirmar que ninguno haya perdido el olfato. “Los controles son muy intensos e incluso nos aumentaron mucho los costos, por ejemplo de alcohol porque todos los obreros están permanentemente higienizándose”, explicó el directivo de Coarsa.

Sin embargo, resaltó que luego de elaborar un protocolo tan estricto para que la actividad retorne era importante garantizar su cumplimiento. “Afortunadamente, la mayoría de las empresas lo están cumpliendo. Y el municipio está realizando los controles para detectar a aquellas pocas que no lo hacen”, detalló Giacondino.

Con el correr de los años, la empresa fue incorporando experiencia y sumando servicios, lo cual le permite asumir todas las tareas que se presentan en una obra, como es el caso de los dos barrios privados.

Por ejemplo, la firma incorporó un departamento exclusivo para el trabajo de herrería, carpintería de aluminio y PVC. “Pese a esta crisis, seguimos apostando a ser una empresa con excelencia profesional y compromiso ético y con el trabajo”, cerró el directivo.