Vecinos de un edificio denuncian "abandono, violencia y venta de drogas"

El edificio Eiffel VIII, que se destaca en la esquina de Colón y Güemes, atraviesa desde hace algunos años situaciones cada vez más complicadas. Los vecinos aseguran que son constantes las situaciones de violencia, peleas y denuncian que en una de las unidades se venden estupefacientes. Piden respuestas de las autoridades y los administradores. 

Ascensores viejos que suben y bajan en la madrugada, pasillos destruidos, gritos en la noche, silbidos en clave desde la vereda, motos que vienen y van, peleas, incluso personas heridas. Así viven los vecinos del edificio de Güemes 2215, una inmueble de más de 10 pisos con 278 departamentos, todos monoambiente, construido con fines turísticos.

Por fuera, miles de cables atraviesan la línea de los balcones afeando el estilo arquitectónico de la construcción. Por dentro, los anchos pasillos de cada piso tienen el aspecto de un lugar abandonado, con lozas agujereadas para que pasen, a la vista y sin terminación, decenas de caños de gas, y cielorrasos descascarados. "Da vergüenza tener que invitar a una amiga a tomar algo a tu casa cuando esto está así", señaló una de las vecinas.

En esta época del año, son aproximadamente 90 las unidades que están ocupadas, y en verano suele estar casi completo. La mayor preocupación que tienen desde hace un tiempo los vecinos, son las situaciones de violencia que, según un grupo de vecinos que dialogó con 0223, "siempre protagonizan son las mismas personas". Comienzan en lugares determinados: los pisos 6, 8 y 12. "Esto nos preocupa mucho porque si sigue así, algún día va a terminar lastimado alguien que no tiene nada que ver", comentó otro de los vecinos.

"La policía vino muchas veces pero las situaciones continúan", señalaron los vecinos y reconocieron: "Es evidente que en algunos departamentos funciona un delivery de drogas". Aseguraron a este medio que durante todo el día y también en la noche, la actividad es notoria: "Suben y bajan a cada rato, tocan el portero eléctrico o hacen un silbido particular y enseguida baja el pedido". "Una vez hubo una suerte de pelea o enfrentamiento con heridos, entre personas de varios de estos pisos", detallaron, al tiempo que confirmaron que hicieron denuncias pero "nada cambió". 

Los vecinos se organizaron en grupos de WhatsApp, están en contacto permanente, y claramente no soportan más vivir de esta manera. En el edificio hay un sereno que trabaja por las noches que, evidentemente, poco puede hacer, y en las inmediaciones hay cámaras de seguridad que registraron todos los hechos que vienen aconteciendo. La preocupación y el miedo parece ser, por el momento, la forma de vida de los vecinos del Eiffel VIII.