El hijo del contador que mató al ladrón disparó once veces

El informe final de autopsia confirmó que Juan Gabriel Gómez tenía siete orificios de bala. Para la defensa “no hubo una respuesta desproporcionada a la agresión”.

El hecho ocurrió en Matheu casi Yrigoyen. (Foto: archivo 0223).

24 de Junio de 2020 13:42

Por Redacción 0223

PARA 0223

A la espera del análisis de las dos cámaras de seguridad ubicadas en la casa de la familia del contador que el jueves pasado fue abordado por un ladrón en un intento de robo en el barrio Chauvín, el informe final de autopsia confirmó que el cuerpo de Juan Gabriel Gómez tenía siete orificios de bala. Para la defensa del imputado por homicidio agravado, el caso se enmarca en la legítima defensa y aunque Santigo Chifflet disparó once veces “no hubo una respuesta desproporcionada a la agresión”.

El ex Juez Aldo Carnevale –a cargo de la defensa del joven de 28 años- le dijo a 0223 que el planteo es el de una legítima defensa de un tercero, en este caso su padre, “porque se responde a la agresión inicial del delincuente y un elemento a tener en cuenta para esa causal de justificación es la agresión ilegitima no provocada y la racionalidad en el medio empleada para repelerla”.

“El asaltante va con un arma de fuego de grueso calibre, toma al padre del joven por atrás, le coloca el arma en el cuello, exige dinero, la camioneta y lo tira al piso”, describió la secuencia anterior a que Chifflet sacara el arma de fuego y disparara en once oportunidades.

Consultado acerca de la posibilidad que Gómez no hubiera disparado y a la espera de las pericias balísticas que se realizarán después del 9 de julio, Carnevale recordó que además de las vainas del arma de su defendido fue hallada otra que sería del arma que la policía secuestró en poder del ladrón, aún en sus manos, cuando llegó al lugar.

Para el defensor nada tiene que ver la cantidad de disparos efectuados con un posible exceso en la legítima defensa porque había una igualdad de armas e incluso la del ladrón era de un calibre mayor. “Era un delincuente avezado con muchos antecedentes mientras que mi asistido no tenía experiencia en el uso del arma y en el video que se conoció se nota claramente que efectuó los disparos como una personas que carece de esos conocimientos”, agregó.

Según el ex integrante del Tribunal Oral en lo Criminal 1 una vez que se empieza a disparar no cesa el accionar hasta que terminar el movimiento de agresión o la amenaza. “El ladrón iba girando con el arma en su mano, no la soltó nunca y eso significaba una agresión constante”, dijo.

Con relación a la portación de arma que se le imputa a Chifflet –porque solo tenía autorizada la tenencia del arma empleada- Carnevale sostuvo que probarán que la misma queda subsumida por el otro hecho. “No porta el arma porque quiso, sino porque se vio obligado ante la agresión que sufrió el padre”, concluyó.

Desde el comienzo de la investigación tras el hecho registrado el jueves pasado al mediodía, el fiscal Fernando Castro no dispuso ninguna medida restrictiva de la libertad del joven. A las pericias de las armas secuestradas y la toma de declaraciones le sumará en las próximas horas el análisis de las imágenes de las cámaras aportadas por la familia del imputado.