Xocolata también cerró una sucursal y enciende profunda incertidumbre en los trabajadores

El cierre definitivo de una sucursal de la reconocida cadena de pastelería y panadería Xocolata encendió mayor incertidumbre por la continuidad de las fuentes de trabajo ante la crisis económica que se vive en el contexto de la pandemia del coronavirus.

La sede comercial que bajó la persiana fue la que se encuentra sobre la calle Corrientes y Bolivar, mientras que persiste el funcionamiento de los otros dos locales que están sobre Jujuy y Belgrano y La Rioja y Bolivar.

Tanto el Sindicato de Obreros Empleados Panaderos de Mar del Plata y Zona Atlántica (Soepmpza) y el Sindicato de Trabajadores Alfajoreros, Reposteros, Pizzeros y Heladeros (Starphy) están al tanto del escenario e incluso mantuvieron este miércoles un primer contacto para seguir de cerca el estado de situación de la empresa. Habría, al menos, una siete fuentes laborales en riesgo.

La preocupación en ambos sectores no sólo se vincula con la profunda caída de la actividad comercial que provocó la pandemia si no por tener conocimiento de que Juan Manuel Lotero, uno de los exresponsables de la Boston, está a cargo de conducir los destinos de Xocolata.

A partir del cierre, hubo empleados que decidieron ponerse en contacto con las organizaciones gremiales para dar cuenta de su incertidumbre y las condiciones de precariedad laboral a las que eran sometidos: ellos, por ejemplo, no percibían recibos de sueldo desde 2017 y también acusaban dificultades con el cobro de aportes, según aseguraron las fuentes sindicales consultadas por 0223.

Los dirigentes aguardan por tener definiciones claras sobre el personal que no podrá cumplir más funciones en la sucursal cerrada para evaluar la posibilidad de iniciar acciones en el ámbito del Ministerio de Trabajo y, en el peor de los casos, garantizar una salida con todos los pagos correspondientes por parte del empresariado, teniendo en cuenta que hay trabajadores con más de cinco años de antigüedad. 

Otras fuentes confiaron que el cierre del local de Corrientes se produjo de manera abrupta y sin notificación previa, lo que incluso provocó que algunos empleados perdieran pertenencias y mercadería adquirida por sus propios medios y que quedó dentro de las instalaciones.

En el macro de la crisis, el local de Jujuy y Belgrano también había sido entregado a Lotero el sábado 14 de junio por los trabajadores que lo sostenían en pie, bajo la promesa de una indemnización, pero finalmente la sucursal siguió funcionando con otro personal sin llegar a ningún arreglo previo. En forma particular, parte de los empleados enviaron cartas de documento que todavía no tuvieron respuesta.

El apellido Lotero cobró notoriedad pública a partir del extenso conflicto que se suscitó con la Boston: el inconvenientes en la emblemática confitería de la ciudad había comenzado en el invierno del 2017, con la falta de pago de los salarios.

Tras meses de lucha y más de 70 despidos, en junio de 2018 se inició la toma del local de la calle Buenos Aires. Y finalmente, el 1 de junio de 2019, se materializó la reapertura de la sucursal de Buenos Aires, entre Moreno y Belgrano, cuando la Justicia la dejó en manos de un síndico y se la retiró temporiaramente a los hermanos Juan Manuel y Pablo Otero.