"La pospandemia generó cosas que no estamos acostumbrados a vivir dentro de las escuelas"

El director del Don Bosco, el colegio donde explotó una bomba casera que dejó sorda a una chica de 15 años, advirtió por cambios de conducta de los estudiantes tras el paso del Covid-19. "Hay que pensar nuevas estructuras y mecanismos", instó, en diálogo con 0223.  

Mario Casetta remarcó la importancia de trabajar junto a los alumnos desde un espacio de "reflexión". Foto: 0223.

2 de Octubre de 2022 16:38

Por Redacción 0223

PARA 0223

Directivos del Don Bosco, el colegio donde en julio explotó una bomba casera fabricada por alumnos que dejó sorda a una chica de 15 años, advirtieron por cambios de conducta en parte de los estudiantes después de lo que fue el largo paso de la pandemia del coronavirus.

“Uno se sigue sorprendiendo porque los chicos de la pospandemia han generado cosas que uno no está acostumbrado a vivir dentro de las escuelas”, aseguró Mario Casetta, el director del establecimiento de gestión privada, en diálogo con 0223.

Para el hombre, un ejemplo de este nuevo paradigma es la fatídica broma que se registró dentro del colegio que dirige y que dejó como saldo la pérdida casi total de la audición de Azul Zabaleta. “Esta situación de incomodidad de poder producir una botellita para que explote dentro de una galería es algo que uno nunca se podría haber imaginado que iba a ocurrir dentro la institución”, reconoció.

“Toda la comunidad educativa, incluyéndome, estamos sorprendidos con lo que pasó (NdR: en referencia a la bomba casera) porque el clima que se vive en el colegio Don Bosco, previo a estos hechos, era muy favorable y agradable”, reiteró Casetta, y agregó: “De hecho, hay muchas experiencias que se van generando dentro del mismo alumnado que da cuenta de ese clima lindo que se vivía y que actualmente seguimos teniendo”.

Además, el responsable del Don Bosco aseguró que este tipo de incidentes y episodios de violencia se replican en otros establecimientos educativos. “Uno va escuchando que lo mismo sucede en muchas instituciones en la actualidad, por lo que nos obliga a seguir pensando en estructuras y mecanismos que puedan seguir acompañando de una manera más cercana a todas las necesidades que los chicos están teniendo en este momento”, consideró.

En este marco, Casetta insistió en que hay un fuerte trabajo del colegio para “acompañar al alumnado en la reflexión de los hechos”. “Permanentemente hemos trabajado con el alumnado en la reflexión de los hechos, que lamentablemente ha perjudicado a la compañera”, garantizó.

El caso

Azul Zabaleta, alumna de cuarto año del secundario del Instituto Don Bosco, salió al último recreo del viernes 8 de julio a las 12 del mediodía, con la felicidad de saber que llegaba el fin de semana. Hasta que al pasar al lado de un cesto de basura, un explosivo de fabricación casera estalló y la desvaneció ante la mirada incrédula de compañeros, profesores y autoridades.

Luego de un mes de diversos tratamientos, se confirmó el pasado viernes que la adolescente sufrió la pérdida del 96.4 % de su audición, y que deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes coclares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares. Además, no podrá practicar nunca más deportes de contacto: deberá abandonar el rugby y el karate, disciplinas que formaban parte de su rutina diaria.

Hoy, la investigación está en manos de Walter Martínez Soto, uno de los fiscales del Fuero de Responsabilidad  Penal Juvenil de Mar del Plata. La causa, por el momento, no tiene imputaciones pero la instrucción se inclina por la sospecha de tres alumnos como los responsables de la fatídica broma.