Oftalmólogos marplatenses advierten por el aumento de la "automedicación" durante la cuarentena

Autoridades de la Sociedad de Oftalmólogos de Mar del Plata advirtieron por un “aumento significativo” de la automedicación de pacientes con gotas oftalmológicas desde el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por la pandemia del coronavirus.

Daniel Sabella, quien preside de la institución, dijo que en la vuelta a los consultorios se constató, en primera instancia, una suerte de “cuello de botella” por la cantidad de pacientes que requerían algún tipo de atención que se vio postergada por las restricciones de la cuarentena.

“Muchos de los pacientes con tratamiento iban a la farmacia y se automedicaban. Y esto es muy peligroso porque a veces el remedio es peor que la enfermedad. Entonces, tuvimos casos de gente que venía con otros problemas porque le habían dado corticoides u otros medicamentos que no lo necesitaban”, explicó el profesional.

     
En declaraciones a 0223, Sabella recordó que desde el 10 de marzo se restringió la atención en consultorios y quedó acotada a la “urgencia genuina”. “Hace un mes aproximadamente que empezamos a atender, con todos los protocolos de seguridad, y ya estamos atendiendo a todo aquel que lo desee”, indicó.

En este aspecto, el médico llevó tranquilidad a los pacientes y remarcó que las cínicas oftalmológicas cumplen con todas las medidas de bioseguridad para evitar la propagación del Covid-19 dentro de las instalaciones. “Nos preocupa que se haya perdido la oportunidad del diagnóstico temprano. La gente está consultando menos y está más retraída por la pandemia”, alertó.

Para Sabella, la disminución en la atención por la cuarentena fue del 85 por ciento y graficó al respecto que las clínicas que se dedican a esta especialidad “están trabajando al 10 por ciento”. “El sistema de salud ya venía golpeado y ahora se resiente mucho más”, afirmó el titular de la Sociedad de Oftalmólogos local que depende del Consejo Argentino de Oftalmología.

“Nosotros no tenemos miedo pero tomamos todas las precauciones porque somos conscientes de que para atender a un paciente tenemos que romper con la medida de distanciamiento. Nuestro examen médico, que es por medio de la lámpara de hendidura, implica mucha cercanía. Pero por eso adaptamos el aparato para que tenga un acrílico y haya una barrera entre médico y paciente”, explicó.

A raíz de todas las medidas de prevención que se tienen que tomar en los consultorios por la nueva enfermedad, el profesional reconoció que representa un “gasto adicional” que antes no estaba contemplado en la estructura de costos. “Hoy se está haciendo cargo el propio médico de afrontar ese costo y a veces el paciente. En general, el paciente entiende y acompaña esta situación”, resaltó.