Mercado caliente: durante la pandemia, se cuadruplicó la venta de juguetes sexuales en Mar del Plata

Vendedores reconocen una fuerte explosión de la demanda a partir de abril. Los estimuladores sexuales y los "toritos matadores" figuran entre los productos más buscados.

13 de Septiembre de 2020 12:06

Si la pandemia del coronavirus representa para muchos un tiempo de incertidumbre, para muchos otros parece ser un tiempo de descubrimiento: vendedores aseguran que en Mar del Plata se cuadriplicó la demanda de juguetes sexuales y hasta reconocen, en algunos casos, problemas de stock porque el alto consumo va a contramano de las restricciones que dificultan el acceso a productos en el mercado internacional.

Hace más de una década que Mabel "Katy" Aristegui organiza en la ciudad "tuppersexs", reuniones donde se ofrecen artículos para el sexo, pero la irrupción del Covid-19 y la cuarentena anularon cualquier posibilidad de encuentro y no tuvo más alternativa que apostar al delivery y la venta online. Katy es honesta: reconoce que apeló a la modalidad como último recurso y que no tenía mayores expectativas de negocio.

"El delivery era algo que ya hacía antes pero muy esporádicamente. La verdad que pensaba que no iba a laburar casi nada con todo esto. Inclusive, en abril venía tranqui el asunto pero en mayo las ventas empezaron a incrementarse y hubo un boom impresionante. Las ventas crecieron entre un 150 y un 200 por ciento. Y hoy sigo trabajando a full, mucho más que con el sistema de reuniones de siempre", afirma la comerciante.

Para la vendedora, la posibilidad de hacer la compra por un simple whatsapp, a través de un chat que supone más privacidad y menos exposición, animó a diferentes personas a incorporar el uso de los juguetes sexuales en sus prácticas más íntimas. "Quizás, alguien que tiene mucho pudor no va a personalmente a comprar algo así pero por una venta online le resulta mucho más fácil", señala, en una entrevista con 0223.

La sexóloga Cecilia Cardarelli (MP: 45799) coincide con la mirada y entiende que este fenómeno demuestra que durante los meses de confinamiento se profundizó la búsqueda por explorar el placer sexual individual, es decir, la masturbación. "La mayoría de las parejas que vienen al consultorio resisten bastante la inclusión de juguetes sexuales pero porque vienen con una dificultad. Pero las personas que no tienen inconvenientes generalmente acceden porque lo incorporan como una variante más", sostiene.

La profesional alienta el uso de este tipo de artículos y considera que son muy "útiles" cuando se pretende renovar el deseo y el erotismo dentro de las relaciones. "Los geles comestibles, el helado, el hielito, y todo ese tipo de cosas sin dudas suman a la hora de pensar otras variantes de la sexualidad que quizás no parecen tan frecuentes", afirma, en diálogo con este medio.

Lo que más se vende

En las mujeres, el principal interés está puesto sobre los estimuladores de clítoris. La demanda creció a un punto tal que ya se acusa un faltante en el mercado, según lo que advierte "Katy": "Eso muestra que hay mucha gente sola que en esta cuarentena se animó a probarlos. El más famoso es el succionador de clítoris y hoy en día no hay stock".

La vendedora dice que también reconoce una predilección por los productos de "alta gama", que poseen una tecnología más sofisticada y ofrecen distintas comodidades: son resistentes al agua y en vez de utilizar la energía de las pilas tienen incorporado un sistema de carga USB, iguales a los de cualquier dispositivo móvil.

En los hombres, en cambio, lo que más se consume son unos "huevos masturbadores" que están hechos de una silicona texturada que estimula la región genital y las vaginas de silicona. "La silicona es la misma que tienen las muñecas inflables carísimas, que lamentablemente no se consiguen acá, y por esa textura particular son tan vendidos", destaca.

Otros de los juguetes más codiciados para la platea masculina es el anillo peneano conocido como "torito matador", que también puede servir como un estimulador durante la relación de una pareja. "Es un chiche que se ha vendido muchísimo. Hace poco se me había agotado y mis clientes no lo podían creer porque es algo que nunca falta", asegura la comerciante.

Con respecto a las parejas, Mabel Aristegui dice que hubo una fuerte incursión por productos asociados a prácticas de tipo BDSM, que encontraron un auge años atrás a partir del lanzamiento de la película "Cincuentas Sombras de Grey" y que se renovó con el reciente estreno en Netlfix de "365 días". "Se puso otra vez de moda el látigo, las esposas y los antifaces", señala.

Precios para todos los gustos

Al igual que en cualquier rubro, el costo de cada juguete varía según su origen y calidad. La opción más económica se encuentra en un dildo de producción nacional, con forma fálica y con vibrador, cuyo precio puede rondar los 1900 o 2000 mil pesos, según lo que dice "Katy". El presupuesto se eleva bastante cuando se empiezan analizar productos importados de alta gama: en esos casos, el costo oscila en una franja amplia que va desde los 7 mil hasta los 15 mil pesos.

En este sentido, la organizadora de "tuppersexs" destaca que los juguetes importados se caracterizan por tener un "diseño especial" a raíz del material que utilizan. "Tienen por lo general una silicona médica muy suave y aterciopelada que marca una diferencia con lo que se hace en el ámbito nacional", ratifica.

Los "toritos matadores" y los "huevos masturbadores", por ejemplo, figuran como algunos de los juguetes más accesibles al bolsillo: se venden a 1900 y 800 pesos, respectivamente. "Una vulva puede variar entre 2000 y 2500 pesos según la textura y el material", detalla la vendedora.

Como saldo negativo, Mabel Aristegui, que se puede encontrar en Facebook e Instagram a través de la cuenta @katyaristegui, advierte que el contexto de la pandemia ha impedido la llegada de "novedades" al mercado por las fuertes restricciones que todavía rigen en algunos países para la exportación de productos. "En mi caso, por ejemplo, trabajo con un proveedor y tenemos una carga en China de productos importados que no la dejan salir hace bastante siendo que ya está todo pago. Eso nos imposibilita traer cosas nuevas como hacemos siempre. Y en el mercado hay otros proveedores pero muchos se abusan en el precio", apunta.