Cómo se ideó la casa inclinada de Acantilados

Una casa que parece inclinarse y derrumbarse en un acantilado es uno de los proyectos más desafiantes a los que se enfrentó el estudio de Arquitectura marplatense Lepore Salvini Arquitectura Atelier, que desde 2012 se caracteriza por realizar edificaciones poco convencionales.

Ubicada en el kilómetro 532 de la Ruta Provincial 11, en el Barrio Acantilados la imponente construcción de hormigón llama la atención de marplatenses y turistas y se convirtió en un punto de referencia de la zona sur de la ciudad comenzó a edificarse en 2019 como un hogar en el que desde todos los espacios se pueda observar el mar con la misma línea de horizonte y tiene como plazo de fin de obra 2021.

La casa se inclina hacia adelante, como cayéndose hacia el mar y está pensada para ser habitada durante todo el año. "La idea surge desde el primer momento que empezamos a trabajar con el programa y el contexto donde se implanta la obra: un acantilado, un mar, el movimiento del sol", explica a 0223 Julieta Lepore una de las arquitectas a cargo del proyecto.

"Sabemos que iba a ser una obra singular pero estamos sorprendidos de la curiosidad que genera, la intriga que provoca", dice la profesional. Es que la inclinación del volumen construido provoca que los espacios interiores de adelante y de atrás de la morfología arquitectónica no se tapen, una diferencia en los niveles de los espacios interiores hace que se capturen la totalidad de las visuales al mar.

En el primer nivel en altura, en el bloque que da hacia el este y sobre la calle 4, se encuentran los dormitorios, mientras que la parte pública de la casa se ubica en la parte de atrás, hacia norte-oeste en un nivel superior. El uso exterior de las expansiones es importante en el proyecto: hay dos terrazas, una del lado expuesto al mar que contendrá un espejo de agua; y otra hacia el lado del barrio Acantilados, hacia la buena orientación del sol.

Según explica Lepore en apenas tres encuentros con los propietarios del terreno se acordó el inicio del proyecto. "El aporte del cliente es vital en este sentido, la experiencia nos dice que de esta manera siempre se enriquece. Muchas veces este intercambio desafía nuestras ideas iniciales, que no cambian en su esencia pero sí crecen y mutan hacia algo mejorado", cuenta y sostiene que este es el caso de la "casa inclinada"

"La manera en que se desarrollan nuestros proyectos es siempre con el comitente muy implicado en el proceso de diseño, que tiene al menos tres reuniones de intercambio de ideas", sintetiza.

La casa, además de estar construida en pendiente, presenta irregularidades en las aberturas ya que desde el estudio siempre intentan que las aberturas de los proyectos sean diferentes maneras de enfocar un paisaje. "Más allá de la cuestión funcional de ingreso de luz y ventilación, tratamos de ubicarlas y diseñarlas para que desde el interior fueran como tomas fotográficas del paisaje", explica la arquitecta.

La obra es de hormigón, un material de alta complejidad que exigió en un primer momento al equipo de trabajo el aporte de buena documentación de obra y una dirección técnica muy presente. En este sentido, Lepore asegura que el diálogo fluido con el estudio de Ingeniería que llevó adelante el cálculo estructural fundamental.

"Trabajamos codo a codo con Juan Pablo Sanmmartano en el proceso de diseño de todos nuestros proyectos. También en la buena ejecución del contratista de Hormigón que estuvo a la altura del desafío", concluye la profesional.