"Esperamos que la Economía del Conocimiento genere empleo de calidad y duplique las exportaciones de empresas tecnológicas"

A horas de que entrara en vigencia el régimen de Economía del Conocimiento, cuya ley fue reglamentada a fines del año pasado, la subsecretaria de la Economía del Conocimiento, María Apólito, de paso por Mar del Plata, contó sus expectativas de cara a la implementación de la normativa en la ciudad que -según dijo- buscan “ponerla operativa a la brevedad”. 

“Nuestra intención es complementar aquellas iniciativas que tengan cada una de las provincias y los territorios. En el caso de Mar del Plata hay iniciativas puntuales de generar un distrito del conocimiento, un parque tecnológico nosotros con este régimen, que tiene beneficios fiscales muy importantes y tratamos de acelerar estos proyectos locales”, aseguró este jueves en diálogo con 0223, durante una recorrida por las instalaciones del astillero SPI, de la que también participó el secretario de Industria de la Nación, Ariel Schalke. 

En ese sentido, la funcionaria subrayó que los beneficios que tiene la ley de Economía de Conocimientos “son importantes” y que el Estado “hace un gran esfuerzo importante para que estas empresas puedan seguir creciendo y desarrollándose”. Apólito precisó que, entre otros beneficios, la legislación prevé un 70% de descuento en las contribuciones patronales de los empleados que realizan economía del conocimiento; una reducción de entre el 20 y el 60% en el impuesto a las ganancias según el tamaño de la empresa y el 0% de derechos de exportaciones de los servicios de aquellas empresas que estén en el marco del régimen.

"Esperamos que la economía del conocimiento genere en Mar del Plata empleo de calidad y que también puedan duplicarse las exportaciones que hoy se hacen desde empresas tecnológicas de la ciudad”, confió y aclaró: “No sólo aportamos al software y a las tecnologías informáticas, sino también tiene mucho potencial la nanotecnología, la industria metalmecánica y electrónica, o la 4.0. Es decir, entendemos que hay otras áreas que podrían incluirse en este régimen y mejorar taxativamente el entramado y la matriz productiva de Mar del Plata”.

Este jueves, a través de la Disposición 11/21 de la Subsecretaría de Economía del Conocimiento publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno estableció los requisitos que deberán cumplir las empresas que quieran acceder al Régimen de Economía del Conocimiento, que contempla beneficios en el uso de la digitalización de la información.

El Poder Ejecutivo dispuso que todas las presentaciones y notificaciones se realizarán mediante la Plataforma de Trámites de Distancia. El documento indica que la inscripción “significará de parte del presentante el pleno conocimiento y aceptación de las normas que rigen en el régimen”. Además, “en caso que se comprobara la falsedad de los datos, información y/o documentación aportada por los sujetos inscriptos o el incumplimiento de las obligaciones establecidas en la normativa aplicable, serán aplicadas sanciones”, puntualiza la resolución.

A continuación, una vez inscriptas, las empresas “deberán conservar la documentación presentada, así como la demás documentación respaldatoria de sus declaraciones por diez años, contándose el plazo desde la presentación de la misma ante la Autoridad de Aplicación”. Para solicitar la inscripción en el Registro Nacional de Beneficiarios del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, cada compañía deberá completar y autorizar el envío del formulario que establezca la AFIP, que se encontrará disponible con clave fiscal en el sitio web de ese organismo. El cumplimiento de esta instancia -se aclaró- sólo será posible en la medida que el interesado se encuentre en curso normal de cumplimiento de sus obligaciones fiscales y previsionales.

La ley de Economía del Conocimiento (27.506) apunta a promocionar actividades económicas que apliquen el uso del conocimiento y la digitalización de la información apoyado en los avances de la ciencia y de las tecnologías, la obtención de bienes, prestación de servicios y/o mejoras de procesos. Beneficia a empresas de software, servicios profesionales, biotecnología, consultoría, ingeniería y contenidos audiovisuales.