Un año con el Covid-19: cuáles fueron los peores momentos y cuánto tardó Mar del Plata en estabilizarse

Hay dos trimestres que se llevan más del 85 por ciento de las infecciones anuales que fueron detectadas por el Gobierno de Guillermo Montenegro.

Septiembre fue el mes más hostil para la ciudad por el aumento récord de casos de coronavirus. Foto: 0223.

12 de Marzo de 2021 08:29

Por Redacción 0223

PARA 0223

El tercer trimestre del 2020 y la temporada de verano fueron las dos épocas en las que se generaron buena parte de los más de 44 mil casos de coronavirus que se denunciaron en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (Sisa) a lo largo del último año en Mar del Plata.

Solo con el acumulado de ambos períodos, General Pueyrredon sumó más del 85 por ciento de las infecciones anuales totales que fueron detectadas por las autoridades. Al trazar la comparativa, los datos duros marcan que agosto, septiembre y octubre fueron los meses en donde la pandemia castigó con mayor dureza a la ciudad.

En ese trimestre, la ciudad sumó 20.525 enfermos, a un ritmo promedio de 223 nuevos casos diarios, mientras que en el verano se confirmaron 16.996 contagios, a un promedio de 212,5 infectados por día, es decir, un 17,2 por ciento menos. Entre agosto y octubre, además, se constató la muerte de 729 personas por Covid-19 mientras que a lo largo de la temporada se confirmó la muerte de 325 personas, prácticamente la mitad: un 55,4 por ciento menos.

En una mirada en retrospectiva, hay que tener en cuenta que agosto fue una bisagra en la pandemia para Mar del Plata: el día 24, en conferencia de prensa, el intendente Guillermo Montenegro oficializó lo que muchos especialistas e infectólogos ya daban por sentado de antemano: la existencia de la "transmisión comunitaria" del virus después de los primeros brotes en el sanatorio Bernardo Houssay y en residencias de larga estadía.

En el detalle del mes a mes, se observa que claramente septiembre fue el mes más hostil: allí hubo un crecimiento inédito donde el promedio diario fue de 305 infectados que se tradujeron en un acumulado total mensual de 9.158 contagiados. En septiembre también se reportó el récord de casos en un mismo día que trepó a 477. En octubre, en tanto, se llegaron a informar 514 fallecimientos, otra cifra récord hasta la fecha en un mismo mes a nivel local. La etapa más dura del verano se vivió a lo largo de enero, donde se reportaron 7.785 infectados nuevos y 137 fallecimientos. 

La diferencia principal que surge entre ambos trimestres está vinculada con la capacidad de respuesta que tuvo el sistema sanitario, tanto público como privado. En 2020, la ocupación de camas llegó a un punto de estrés límite que obligó al personal médico a tener que realizar algunos traslados y derivaciones de pacientes por fuera de la ciudad, lo cual también ocasionó algunas tensiones políticas públicas entre el Gobierno de Axel Kicillof y el de Montenegro.

Durante el desarrollo de una temporada en la que arribaron más de dos millones de turistas, sin embargo, los hospitales y clínicas mostraron holgura para atender la escalada de enfermos que no superó el precedente anterior, a excepción de algunas instituciones privadas que por unos días acusaron condicionamientos en la capacidad de atención para coronavirus.

¿Pero cuánto tiempo le lleva a Mar del Plata recuperar la calma después de vivir momentos extremos en la pandemia? La experiencia de este año marca, tal como lo planteó semanas atrás la Secretaria de Salud Viviana Bernabei, que entre dos y tres meses le demanda a la ciudad volver a un nivel de casos de "relativa tranquilidad" y que no ponga en jaque al sistema sanitario.

"No podemos tirar por la borda la situación que hoy tenemos en la ciudad. Por una noche de fiesta, no podemos volver atrás para tener que esperar otros dos meses hasta sostener niveles que estén por debajo de las cien infecciones diarias. Tenemos que seguir con los protocolos y cuidados", había planteado la funcionaria de Montenegro en la antesala al "Último Primer Día" (UPD) que finalmente se celebró en distintas escuelas.

El 2 de marzo, después de transitar ochenta días, General Pueyrredon reportó 98 enfermos nuevos de Covid-19 en un mismo día. La última vez que se había mantenido por debajo del centenar de casos había sido el 12 de diciembre, antes de lo que fue el importante rebrote de las celebraciones de fin de año.

Y lo propio había sucedido el 29 de noviembre, fecha en la que se reportaron 97 nuevos contagios en 24 horas después de casi 100 días de superar esa barrera epidemiológica. Desde el 21 de agosto que la ciudad no reportaba una cantidad diaria de infectados tan baja: en esa fecha, se habían contabilizado 81 personas nuevas con la enfermedad.

Estos parámetros sirven como una mínima referencia para anticiparse al invierno que afrontará la ciudad en el 2021. Ya está instalado desde hace tiempo el temor por una "segunda ola" de coronavirus, un presagio que, en principio, parece más evidente que novedoso por la inminente llegada de las bajas temperaturas.

Pero hay otros tres factores que condicionan fuertemente la mirada de los especialistas: por un lado, la vuelta a clases y el impacto que tiene semejante movimiento social en el comportamiento del virus. Es que si bien los menores no representan un elemento de riesgo en este contexto de emergencia sanitaria, no sucede lo mismo con su entorno, donde hay padres y abuelos que, en muchos casos, entran en contacto con esos chicos para llevarlos a la escuela o para otras actividades cotidianas.

A ello se suma la aparición de nuevas cepas del Covid-19. En este aspecto, la principal alarma se enciende en Brasil, donde se acusa un nuevo pico de fallecimientos por esta fecha y un colapso en los hospitales a pesar de que el gobierno de Jair Bolsonaro aplicó un toque de queda y otras medidas estrictas para restringir la circulación de personas, una postura totalmente distinta a la que doctrina liberal que había adoptado a lo largo del año pasado para "no dañar la economía".

En medio de negociaciones y con la expectativa puesta en poder recibir al mandatario carioca el 26 de marzo, la administración de Alberto Fernández se muestra cauta con la posibilidad de definir restricciones exclusivas de circulación con ese país para no tensar la cuerda en la relación diplomática. Sin embargo, en la nueva prórroga de la emergencia sanitaria que se definió hasta el 31 de diciembre, ya se estableció como “zonas afectadas de mayor riesgo” a los países con nuevas cepas de Covid-19.

Desde Casa Rosada informaron al respecto que el Ministerio de Salud estará facultado para recomendar "la suspensión o reducción de frecuencias de transporte internacional de pasajeros tanto aéreo, marítimo, fluvial como terrestre, así como la suspensión de destinos". Por ahora, no hay nada definido y las autoridades depositan todas sus esperanzas en que siga a paso firme la campaña de vacunación, que ya registró dos millones de aplicaciones de dosis en Argentina.

Y el tercer factor que influye en el eventual pico de casos que se pronostica para las próximas cuatro o seis semanas también tiene que ver con el relajamiento propio de las medidas de prevención. Por eso, el mensaje común que difunden las autoridades nacionales, provinciales y municipales es que la pandemia sigue y que cada uno de los cuidados básicos, como el uso del tapabocas, el lavado de manos, el alcohol en gel y el distanciamiento social, se respeten a rajatabla para que la "vieja normalidad" pueda ser una realidad cuanto antes en Mar del Plata y el país.