Después de 14 meses, los vecinos de Torres y Liva volvieron a sus hogares

“Fueron 14 meses que estuvimos viviendo en casas de amigos, familiares o alquilando” recuerda Luis Maurisi, propietario de uno de los departamentos del edificio de 14 de Julio 1752.

20 de Mayo de 2021 19:16

Por Redacción 0223

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Catorce meses fueron necesarios para que los propietarios de los departamentos de los edificios cercanos al predio donde funcionó hasta diciembre de 2019 la distribuidora Torres y Liva puedan retornar a sus hogares.

Es que como consecuencia del incendio más grande que se registró en la historia de Mar del Plata, los vecinos de los edificios de los alrededores debieron abandonar sus hogares por el latente peligro de derrumbe.

“Fueron 14 meses que estuvimos viviendo en casas de amigos, familiares o alquilando” recuerda Luis Maurisi, propietario de uno de los departamentos del edificio de 14 de Julio 1752 que este miércoles pudo volver a su hogar. 

Según explica el hombre, para los propietarios de los departamentos del edificio, se viven días de “total alegría”. “Ayer fue un día de fiesta para nosotros y no es para menos, volver a entrar a tu casa después de más de un año viviendo en otro lado”, contó el hombre al tiempo que destacó la labor de los obreros que reconstruyeron “de manera impecable” las viviendas.

“Tenemos que agradecer a todas las personas, también al consorcio que durante la pandemia trató de agilizar los trámites de habilitación para que podemos volver a nuestros hogares”, dice entusiasmado Luis aunque reconoce que para muchas familias nada será igual porque si bien los bienes materiales fueron recuperados gracias a la empresa aseguradora, se perdieron muchos objetos con valor afectivo que consideró irremplazables.

Si bien pasó más de un año del incendio, Luis recuerda cada detalle de la trágica noche del 15 de diciembre. “A las 10 de la noche venía caminando para mi casa por la calle Rivadavia y vi dos patrulleros en la esquina y policías que trataban de apagar el fuego en un medidor de luz”, recuerda.

En ese momento no le dio importancia y subió a su departamento y, según su relato, cuando se asomó por la ventana vio que la distribuidora estaba ardiendo. “Cuando miré por la ventana ya se había prendido fuego todo y no lo podían controlar. Después se empezó a hacer la evacuación de las familias, vinieron nos dijeron que teníamos que salir y nos fuimos a una plaza”, detalla.

“Me acuerdo que a las 3 de la mañana mientras estábamos esperando, vino un amigo y me dio las llaves de su casa para que me instale. La verdad es que hay que agradecerle a todos”, concluye Luis.