Parador Ariston: historia de una joya perdida de la arquitectura mundial

Un enorme doble trébol flotante de hormigón con paños de vidrio a la vera de la ruta 11 sorprendió a los marplatenses a fines de la década del '40. La historia del mítico parador que hoy se encuentra completamente tapiado y abandonado entre pastizales.

14 de Julio de 2021 08:14

En 1946 el gobierno de Juan Domingo Perón tuvo la iniciativa de transformar y darle prestigio a Mar del Plata que, hasta el momento, era una ciudad de veraneo aristocrática que aún contaba con sectores sin urbanizar. Para ello, la Facultad de Diseño y Arquitectura de Buenos Aires le encargó al arquitecto Eduardo Catalana que convenciera a su profesor, el húngaro Marcel Lajos Breuer, de diseñar un edificio ícono de la arquitectura junto a los acantilados de la zona costera sur.

En 1947, Breuer, que había estudiado arquitectura y diseño en la Staatliche Bauhaus -fue alumno de, entre otros reconocidos artistas, Walter Gropius, padre de la arquitectura moderna que se convirtió en su mentor- llegó a la Argentina, escapando del régimen nazi luego de vivir en París y Estados Unidos. Presentó su edificio de trébol de hormigón anticipándose a la modernidad en el mundo y, de inmediato, el proyecto fue catalogado como una joya de la arquitectura por la crítica especializada.

Ese mismo año comenzaron las obras del Parador Ariston y finalizaron un año más tarde cuando, pese a la albañilería algo rudimentaria de la época, Breuer vio completo su proyecto: un enorme doble trébol flotante de hormigón con paños de vidrio que, además de una joya arquitectónica sirvió como una discoteca para la elite de la época.

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