Estadía en el Majestic, almuerzo en el Bristol e inauguración de Aeroposta de verano: los días de Saint-Exupéry en Mar del Plata

Durante su estadía en la ciudad, el autor de "El Principito" fue huésped del Hotel Majestic y se dedicó a recorrer dos sedes de correos. El escritor había asumido en 1929 la dirección de la Aeroposta Argentina, filial de la Générale Aéropostale de Francia, empresa dedicada al transporte de correo aéreo.

3 de Julio de 2021 08:07

El 17 de enero de 1920 marcó un antes y un después en la historia de Mar del Plata.Desde esa fecha, quienes abonaban $ 150 podían acceder a un vuelo regular o acercarse al departamento postal y pedir enviar una carta mediante el Servicio Aereo Postal (Sap) y, colaborar con el abono del envío o el pasaje con el hospital Francés de Buenos Aires y el hospital de Mar del Plata.

Así, la ciudad, que aún era un lugar de veraneo aristocratico sumaba un nuevo servicio que se extendía hasta el último día del primer mes del año y tenía fechas de envío y arribo puntuales que los acomodados miembros de la sociedad preferían para tener noticias de interés de los veraneantes con mayor agilidad, que hasta entonces, si deseaban dar algún aviso debían dirigirse al edificio postal y aguardar que los bolsones de cartas se carguen en un buque que las lleve a destino.

Aquello que para los habitantes de la Mar del Plata de entonces parecía sensacional era, en realidad una operación muy precaria, que no admitía ser establecida de modo regular sin inversiones importantísimas.

Según consta en los periódicos de la época, durante la segunda quincena de enero, en Mar del Plata dos pasajeros a bordo de un Bréguet Limousine transportaron kilos de ejemplares del diario La Prensa y misivas particulares a 700 m de altura, siguiendo visualmente la vía férrea que en ocasiones cubría la neblina.

El avance tecnológico no fue un logro argentino, sino la consecuencia del esfuerzo comercial francés posterior a la Primera Guerra Mundial, ya que los vuelos estuvieron enmarcados en la visita de una misión gala que buscaba hacer negocios con un país que parecía ideal para desarrollar la aviación y que disponía de excedentes financieros.

Así, por poco menos de una década, los acaudalados veraneantes de Mar del Plata recibieron periódicos, hasta que el joven Antoine de Saint-Exupéry llegó al país en 1929 para asumir la dirección de la Aeroposta Argentina, filial de la Générale Aéropostale de Francia, empresa dedicada al transporte de correo aéreo.

Lo primero que hizo el autor de “El Principito” fue crear la línea de la Patagonia, que conectaba Buenos Aires con Río Gallegos. Saint-Exupéry, entendía que era fundamental, debido al incremento población estival marplatense y la necesidad de los habitantes de la ciudad de comunicar a los inmigrantes con sus familias en Europa incluir una estación del correo aéreo postal en Mar del Plata.

Fue así que el 2 de enero de 1930 la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos creó la Aeroposta de Verano Mar del Plata, siendo los trayectos: Buenos Aires – Mar del Plata con salida a las 6 horas y llegada a las 8; regreso programado a las 15 y llegada a Buenos Aires a las 17 horas.

El primer vuelo de la Aeroposta fue un Laté 25piloteado por el propio Antoine de Saint-Exupéry. Llegó a la ciudad a las 8:15 cargando 77 piezas de correspondencia. Según la Lic. María Claudia Armesto, especializada en la obra de Saint Exupéry, “al llegar la alegría fue inmensa. Muchas familias tradicionales de Mar del Plata y de los campos de Monsalvo, hoy Maipú, Pinamar y Madariaga estaban al encuentro de estos grandes que comunicaban los pueblos, las ramas con las raíces familiares, mediante cartas. Sin duda alguna, un modo de acortar las distancias entre esas familias pioneras que tanto extrañaban a sus tierras de origen”, cuenta.

 Entre esos apellidos ilustres que recibieron al aviador estaban los Luro, Pueyrredón, Alzaga, Unzué, Monsalvo, Aristizábal y Camet. 

Según la investigación de Armesto y tal como consta en los registros de la época, Saint-Exupéry fue, durante su estadía en la ciudad huésped del Hotel Majestic ( Actual Centro Polivalente de Arte) y se dedicó a recorrer las dos sedes de correos en Mar del Plata, la situada en Luro al 2400 y la Sucursal 1, ubicada por aquellos años en Luro y Misiones.

Además, almorzaron en el Salón comedor del legendario Hotel Bristol de Mar del Plata y nombraron como piloto a cargo de esta línea, Mar del Plata – Buenos Aires a Domingo Irigoyen.

Al partir, cargaron el Laté 25 con 121 piezas de correspondencia y volvieron estos pasajeros a la ciudad de Buenos Aires, dejando inaugurada la línea entre ambas ciudades que operaba entre los meses de diciembre a marzo, la misma tuvo vigencia hasta 1931.