Mar del Plata, y el amor eterno al Zorzal Criollo

Mar del Plata es la ciudad gardeliana por excelencia: cuenta con el club de admiradores más antiguo del país y el único avalado por la Fundación Internacional Carlos Gardel.

Carlos Gardel y José Razzano de paseo por la vieja rambla marplatense, en 1922. Foto: Gentileza Fundación Internacional Carlos Gardel.

28 de Agosto de 2021 13:28

A principios del siglo pasado, Mar del Plata era el centro de la actividad turística aristocrática del país y fue por entonces que, entre sus visitantes apareció un joven Carlos Gardel, que pasaba los veranos en la ciudad en la que forjó un estilo que lo llevaría a tener trascendencia mundial.

En esa época, el "Zorzal criollo" había comenzado su carrera dentro del tango canción y viajaba a la ciudad para visitar el hipódromo que estaba ubicado donde hoy se encuentra el Estadio Minella. Gardel llegaba al actual barrio San José hasta allí en un vagón especial en el que además traía a Paisanita y Lunático, sus caballos de carrera. En la década del '20, "el Morocho del Abasto" alternaba sus presentaciones en teatros de público selecto con presentaciones en un bar del barrio Santa Mónica, donde se reunía la bohemia marplatense, en la que encontró a su público más fiel

Carlos Gardel durante su última temporada en Mar del Plata. Foto: Gentileza Fundación Internacional Carlos Gardel

“Mar del Plata siempre fue tanguera. Tuvo una etapa en la que el tango era la referencia musical de la ciudad y eso, junto a la admiración que despierta Gardel son algunas de las cosas que hacen que sea una ciudad gardeliana”, cuenta a 0223 Soraya Ruth, la presidenta de la Asociación de Admiradores de Carlos Gardel en Mar del Plata. Uno de los espacios reconocidos por la Fundación Internacional Carlos Gardel, el fans club más grande del "Zorzal Criollo".

Soraya es cantante de tango y creció escuchando a Gardel. Se convirtió en 2019, en la presidente de la Asociación "Tomé conocimiento de la  Asociación en 1975,  yo ya cantaba y estaba vinculada al tango por mis actividades", recuerda la mujer que, si bien no tenía en ese entonces edad para participar de la comisión directiva, comenzó a participar de las actividades que organizaba el organismo. 

La Plaza del tango está ubicada a una cuadra de la primer sede de la Asociación de Admiradores de Carlos Gardel. Foto: 0223

"La Asociación nunca tuvo una sede propia, nos reuníamos en cafés, en el Círculo del Buen Amigo, algunos sindicatos nos prestaban los salones. Esa es una de las cosas en las que empecé a trabajar: en conseguir un lugar para realizar nuestras actividades", cuenta mientras asegura que el otro proyecto que piensa retomar cuando los cerca de 150 integrantes de la Asociación puedan reincorporarse a sus actividades, es la continuidad de los ciclos de divulgación de la obra de Gardel.  

Lo cierto es que Mar del Plata llegó a tener en la década del '90 un Ateneo gardeliano, una peña, una comisión permanente de homenaje además de la asociación. “Nosotros somos los únicos que seguimos vigentes  y que nunca interrumpimos las actividades, ni siquiera en pandemia”, dice orgullosa Soraya, y no es para menos: comenta que es la primera vez que una mujer preside la asociación.

La Asociación Mutual de Admiradores de Carlos Gardel funciona de manera ininterrumpida desde el 24 de junio de 1969

La Asociación de Admiradores de Carlos Gardel surgió en el kiosco de diarios y revistas que Héctor Lemmi tenía en la esquina de Cerrito y Ayolas, a una cuadra de la Plaza Carlos Gardel, también denominada Plaza del Tango desde el 24 de junio de 1969. Aquello que comenzó como una reunión de amigos que intercambiaban anécdotas musicales y burreras, se transformó en la Asociación Mutual de Admiradores de Carlos Gardel, que, con algunas modificaciones actualmente permanece activa y cuenta con 150 integrantes.

Desde 1972, la Avenida 214 lleva el nombre de Carlos Gardel. Foto: 0223 

La primera comisión directiva estuvo integrada por Héctor Lemmi (presidente), David Iturmendi (vicepresidente), Carlos Veltri, Arturo Omar, Santiago Iturmendi, Mauro Briñón y Pedro Coustie, César Rodríguez, Jorge Armando Carro y Orlando Samonta (vocales). 

“La asociación nació por el amor y la pasión que genera la obra de Gardel. Es más que nada, una asociación de culto a la amistad”, dice Soraya. Para la agrupación son dos las fechas específicas inamovibles en las que se realizan actos y homenajes: el 24 de junio, Día del Cantor de Tango y el 11 de diciembre, Día Nacional del Tango.

Todos los años, la asociación realiza dos actos para homenajear al "Morocho del Abasto". 

Durante estas actividades puntuales, los miembros de la comunidad gardeliana local se concentran frente al monumento a Gardel que la sociedad ayudó a instalar en la diagonal Pueyrredon para escuchar algunas palabras relacionadas con la historia y actualidad gardeliana. Luego, todos cantan "Volver". "Estamos pensando en trasladar actividades a la Plaza del Tango, que ahora está en un proceso de revalorización", dice la mujer.

Según explica Soraya, entre las acciones de difusión de la obra, se encuentra la creación del Circuito Gardeliano que fue aprobado por el Concejo Deliberante. El proyecto contempla la demarcación de los 11 espacios de la ciudad que están relacionados con la vida del del cantante, como la Rotonda del Ombú del barrio Santa Mónica, la Avenida Carlos Gardel, la Plaza del Tango, el Pasaje de la vía, el viejo teatro Odeón y el cine Palace, entre otros puntos. "De a poco, a medida que se va calmando todo estamos avanzando con la colocación de placas conmemorativas", cuenta Soraya, entusiasmada.

En la bohemia del barrio Santa Mónica, Gardel encontró a su público más fiel. Foto: 0223

La idea de volver a la normalidad llena de ilusión a la mujer que, junto con los demás miembros de la Asociación aguardan el momento en el que puedan volver a reunirse para recordar al Morocho del Abasto y retomar las actividades de difusión de la música ciudadana en las escuelas y las donaciones de material bibliográfico a instituciones educativas con la intención de acercar la obra del músico a las nuevas generaciones y las proyecciones de películas en ciclos de cine dedicados a Gardel. "Las actividades las hacemos de manera desinteresada y son todas con entrada libre y gratuita. Cuando todo vuelva a la normalidad, en algún momento vamos a retomar nuestro trabajo de divulgación", concluye.