Romper las fronteras entre lo digital y lo físico

El avance tecnológico en sinergia con la irrupción de la pandemia que cambió nuestros hábitos y formas de vida, están dando lugar a nuevas unidades de negocio que nos invitan a empezar a palpar el metaverso.

Meta, metaverso. Así Facebook lo hizo una vez más. Nos introduce, a algunos poco a poco y a otros (más jóvenes) a gran velocidad en un mundo virtual sensiblemente más real de lo que imaginamos.

Si bien es verdad que las experiencias de realidad virtual y aumentada vienen trabajándose hace años, con el gaming como sector pionero, la visión de Meta y otros gigantes como Apple prometen la aplicación de estas realidades inmersivas en otros ámbitos más allá de los videojuegos, como el trabajo, el ocio, las compras, y la propia sociabilidad “avatar a avatar”.

Para 2024 estiman que los negocios en el metaverso se posicionarán por encima de los u$s800.000 millones. Más allá de las experiencias empresariales o privadas, este nuevo terreno abre la puerta a todo tipo de posibilidades, incluso para los Estados con más recursos y estructura, que buscan subirse a esta ola que parece imparable.

Uno de los casos más resonantes, viene siendo el de Seúl, la capital de Corea del Sur, que busca crear una "réplica virtual" de la ciudad en el metaverso. El desarrollo comenzó este año y se invertirán más de u$s100 millones en principio con el objetivo de poder tenerlo operativo para el 2026. ¿Su propósito final? Que todos los ciudadanos a través de sus avatars puedan visitar organismos virtuales para hacer cualquier trámite estatal, desarrollar negocios, realizar compras, participar de festivales o recorrer atractivos turísticos.

Se estima que dentro de 4 años todos los habitantes del mundo (con acceso a internet) pasaran al menos 1 hora al día sumergidos en las “bondades” del metaverso. Es por eso que principalmente las marcas más reconocidas están disponiendo de equipos de estudio para crear lo que más temprano que tarde serán (o seremos) los metaconsumidores.

Con prisa y sin pausa, Louis Vuitton, Balenciaga y Gucci empezaron a marcar este camino al vestir digitalmente a personajes de varios videojuegos. A partir de ello, la mayoría de las casas de lujo buscan seguir su ejemplo. La más reciente es Prada, cuya línea deportiva Linea Rossa ofrece atuendos y equipos virtuales en un videojuego de deportes extremos. Uno de los aspectos más llamativos es que en varias oportunidades el valor al que el usuario está dispuesto a pagar por un activo digital es mayor a su homónimo físico. Gucci vendió un bolso cuyo valor virtual duplicó el valor real de esa misma cartera en una tienda.

Ganancias millonarias en el horizonte, fronteras que se rompen, experiencias inmersivas y multisensoriales para crear vivencias únicas en el universo virtual.