“La muerte de Martín era evitable por las denuncias que hicimos”

Hechos similares de agresión desde el séptimo piso que no tuvieron un trágico final, pero que habían sido denunciados a las autoridades. Ese es el panorama que un grupo de vecinos de la vieja terminal trazó este lunes al sostener que de haberlos escuchado la muerte de Martín Mora Negretti se podría haber evitado.

La ex policía Virginia Sosa, vecina de la zona, sostuvo que anteriormente desde ese departamento los menores habían arrojado bolsas con excremento, cuchillos y cualquier elemento que tuvieran a su alcance. “Se habían hecho denuncias previas e incluso la semana pasada se registró la rotura de los vidrios de un comercio y esperamos casi cuarenta minutos el arribo de un patrullero”, sostuvo.

“Martín murió por la desidia y el abandono que sufrimos los vecinos que ya pedimos ayuda a la policía y la Justicia porque no podemos vivir más esta situación”, indicó.

Para la denominada vocera vecinal “la muerte de Martín se podría haber evitado” y es un día triste para el barrio por lo que este lunes a la tarde volverán a concentrarse en la esquina de Rawson y Sarmiento. “Vamos a pedir que todo este sector deje de ser una zona liberada”, adelantó.

Con relación al departamento C del séptimo piso, Sosa dijo que pertenecía a una mujer que falleció y que fue ocupado de manera ilegal. “Rompieron paredes, puertas y los vecinos tienen que bajar por la escalera para evitar el contacto y bajan la mirada cuando se los cruza”, graficó.

En tal sentido le pidió a la Justicia que no deje a las personas involucradas en libertad. Por el crimen de Mora Negretti hay tres adolescentes de 13 y 14 años alojados en el Centro Cerrado de Batán a la espera de los informes solicitados por el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Marcelo Yanez Urrutia. Al ser inimputables para la ley, terminada la medida de seguridad dictada por la Justicia de Garantías, estarían en condiciones de recuperar la libertad mientras que la mujer detenida está acusada del robo de un celular y no del homicidio.

Sosa dijo que los vecinos tienen miedo de hablar y que entre ellos se preguntan qué les faltó para evitar esta situación. “Pedimos ayuda a todos, pero llegamos a un punto en que nos tratan a todos como locos”, agregó.

Por último sostuvo que en las cabinas de gas de la zona ocultaban la droga que se vendía al menudeo. “Eran soldaditos porque en la zona se vende droga”, concluyó.