Los acusados de matar a Martín Mora habían sido denunciados tres veces en la misma noche

María Eugenia, una de las jóvenes que acompañaba a Martín Mora Negretti, el joven de 30 años que fue apuñalado en la zona de la vieja terminal, reveló que las personas que habitaban y arrojaban objetos desde el balcón del departamento 7ºC de Sarmiento 2688 habían sido denunciados al menos en tres oportunidades durante la misma noche.

Mientras acompañaba a la familia de la víctima en una casa velatoria de Avenida Luro al 4000, la joven reveló que cuando se acercó a declarar en la madrugada del domingo por el crimen del amigo de su pareja efectivos policiales le revelaron que las personas en cuestión habían sido denunciadas por disturbios tres veces en la misma noche.

"El móvil no fue porque era fin de semana largo y la zona estaba bastante alterada. Un móvil para cubrir esa zona no alcanzaba. Tres denuncias tenía esa noche el departamento. Caímos y la ligamos nosotros", expresó visiblemente con rabia y acongojada a la vez.

"Lamentablemente le tocó a Martín pero no le tiene que tocar a nadie. Es un lugar que ya tenía denuncias y nadie hizo nada. Tenía denuncias previas por los vecinos y nunca se hizo nada", recriminó la joven en varias oportunidades ante la prensa.

Las declaraciones de la joven coinciden con las denuncias de los vecinos de la vieja terminal, que tras el fatídico suceso reconocieron incidentes de vieja data con los ocupantes del departamento en cuestión.

La ex policía Virginia Sosa, vecina de la zona, sostuvo que anteriormente desde ese departamento los menores habían arrojado bolsas con excremento, cuchillos y cualquier elemento que tuvieran a su alcance. “Martín murió por la desidia y el abandono que sufrimos los vecinos que ya pedimos ayuda a la policía y la Justicia porque no podemos vivir más esta situación”, manifestó.

Asimismo, la mujer confió que los habitantes del edificio vivían amedrentados por el grupo de adolescentes y jóvenes que, según confió, ocuparon el inmueble de manera ilegal. “Rompieron paredes, puertas y los vecinos tienen que bajar por la escalera para evitar el contacto y bajan la mirada cuando se los cruza”, graficó.