Depósitos para tablas de surf y elementos deportivos, una de las novedades de las playas públicas equipadas

La idea fue anticipada en el Concejo Deliberante por el titular del Ente Municipal de Turismo, Bernardo Martín. "Queremos que cada módulo se pueda convertir en un Centro de Servicios", explicó.

El plan pretende avanzar sobre 6 sectores de la costa norte de Mar del Plata. Foto ilustrativa: archivo 0223.

16 de Agosto de 2022 17:59

Por Redacción 0223

PARA 0223

Depósitos para guardar tablas de surf, elementos deportivos y mercadería variada. Ese sería uno de los servicios novedosos que aportaría el plan de playas públicas equipadas que busca implementar el gobierno de Guillermo Montenegro en la próxima temporada estival en seis sectores de la costa norte de Mar del Plata.

Al defender este martes la iniciativa en la comisión de Turismo del Concejo Deliberante, autoridades del Ejecutivo anticiparon que en el pliego licitatorio se previó la exigencia a los concesionarios de disponer de un lugar específico en donde los veraneantes puedan guardar diferente clase de objetos personales.

Cada playa, en principio, contará con un modulo gastronómico, un espacio de 33 por 8 metros que se construirá sobre la base de una losa elevada con pilotes. Debajo, habría margen para montar una suerte de “depósito” donde los usuarios puedan dejar mercadería y hasta elementos deportivos, como tablas de surf.

“Hay gente que guarda las tablas de surf y ahí las van a poder guardar. La idea es que los módulos sean como un Centro de Servicios, que vos pueda ir con tu tabla y tu traje de neoprene y guardar todo ahí”, explicó Bernardo Martín, el titular del Ente Municipal de Turismo (EMTuR), al ser interpelado por los concejales.

Otra de las novedades salientes de la iniciativa que impulsa el oficialismo es la existencia de un sector de lockers. Sin embargo, el funcionario de Montenegro aclaró que, por el momento, este tipo de instalaciones se pensaron de manera “facultativa” para el concesionario y no como una obligación. “Está dentro de las previsiones pero dependerá del oferente adjudicado”, indicó al respecto.

Martin también confirmó que cada playa pública equipada contaría solamente con 50 sombrillas de fácil movilidad. “Queremos que la playa quede absolutamente libre durante todo el tiempo que no se está utilizando; es la mejor manera de controlar que no se reserven espacios de exclusividad”, justificó.

Para el hombre a cargo del área de Turismo, si esta idea se pueda plasmar entonces Mar del Plata tendría la “oportunidad de vivir la playa de otra manera”. No va a haber espacio de exclusividad, creemos que los lotes deben ser 100% públicos. Quien quiera alquilar una sombrilla, se la alquila al concesionario, que le instala la sombrilla dentro del lote de la playa y cuando termina la jornada, la vuelve a sacar y se guarda”, reiteró.

El plan

A mediados de julio, el gobierno de Montenegro acercó al Concejo los pliegos para licitar la explotación de las playas Museo MAR, Constitución, Estrada, Beltrán Sur, Beltrán Norte y Las Delicias, que hoy carecen de todo tipo de servicios. Cada lugar también contaría con rampas de acceso, sanitarios públicos y accesibles y duchas externas.

Bajo este esquema, la venta ambulante también tendrá un nuevo modelo. Con las playas públicas equipadas, la actividad solo podrá ser realizada por el concesionario, donde los vendedores tendrán un carnet identificatorio. Quedará prohibida la venta ambulante de personas que no estén registradas, por lo que ya no se habilitará la posibilidad que grupos o particulares ofrezcan sus productos en la playa.

Por fuera de los servicios, se prevé la revisión de la provisión y reparación de la iluminación, equipamiento, infraestructura y, como valor agregado, el impulso de proponer al sector como zona segura, garantizando la seguridad personal y de los bienes. 

La expectativa de la gestión de Montenegro es que los espacios no solo funcionen en temporada de verano, sino también en el resto del año. Por ello, en la licitación “serán valoradas favorablemente aquellas propuestas que se ajusten a políticas turísticas de desestacionalización y diversificación de la oferta, promoviendo el uso anual del sector”.

El plazo de concesión propuesto por el Ejecutivo es de 10 años, a cambio de un canon inicial de $1,5 millones anuales, que se actualizará por índice de precios al consumidor (IPC). Según los cálculos de la ecuación económica, se prevé que la inversión se recuperaría en cinco años, por lo que se contempla el doble de plazo para la explotación de las playas.