Parricidio: “Centralizarlo en la droga es perder de vista un montón de situaciones que hacen al adicto”

Lo afirmaron especialistas en asistencia al drogadependiente, que explicaron algunas de las causas que anteceden al consumo. “Nadie aparece consumiendo de un día para el otro porque sí”, advirtieron. Cuándo pedir ayuda ante un caso de un familiar con problemas en adicciones.

Según allegados a la familia, Uriel Tapia Saín, el autor del doble crimen que conmueve a Mar del Plata, padecía importantes problemas de consumo. Foto archivo:0223

20 de Septiembre de 2022 13:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

La muerte de Corina Tapia (36) y de José Antonio Tapia (65) en manos de Uriel Tapia Saín, hijo y nieto respectivamente, causó profunda consternación por la naturaleza de los crímenes y en un primer momento, allegados a la familia responsabilizaron al hecho por el consumo excesivo de drogas por parte del joven de tan solo 18 años.

Ante este panorama, este medio habló con especialistas en el tratamiento de adicciones, que tomaron distancia de esas declaraciones y explicaron los motivos en que una persona puede caer en el consumo excesivo de sustancias psicoactivas. “Centralizar el tema con lo de la droga, es correr el riesgo de perder de vista un montón de situaciones que hacen al contexto de un adicto. Hay muchísima gente consumiendo distintos tipos de drogas y no por eso terminan generando situaciones de este estilo”, afirmó Fabián Messina, titular de la Posada del Inti.

En declaraciones a 0223, el responsable del reconocido centro de asistencia y prevención de adicciones, argumentó que “la incidencia en la sustancia tiene una forma distinta en cada individuo” y que “esto es lo que hace a la complejidad, por  eso nosotros decimos que desde el tratamiento, hay que tener una mirada singular y particular porque cada persona es un mundo”.

Corina y José Tapia: ambos fueron asesinados a puñaladas por Uriel Tapia Saín el pasado 14 de septiembre. Foto: Facebook.

 

“Si nosotros perdemos de vista, centralizando en la droga a la persona, perdemos los laberintos de la cuestiones bio y psicosocial, así como la cuestión genética y de la estructura familiar, lo que es el barrio, el contexto, la educación o la salud. Todo lo que hace a un individuo en el ir creciendo y relacionándose con estos temas. Está claro que la sustancia exacerba todas las dificultades y las cuestiones problemáticas de un individuo y que también cómo erosiona o desgasta los diques de contención que cada uno tiene. Ni hablar el consumo de la cocaína quemada que genera una compulsión tremenda al consumo. Claramente la sustancia tiene una incidencia en exacerbar, en potenciar esas cuestiones negativas pero que ya están en el individuo”, aclaró Messina y remarcó: “La mejor forma de prevenir estas cosas es generando políticas públicas”.

Consultado acerca de en qué momento los padres, ante una situación de consumo de drogas de sus hijos, deben pedir ayuda, el responsable de la Posada del Inti, sostuvo: “Si ya hablamos de una situación donde ya aparece el consumo confirmado o hay sospechas, uno tiene que por lo menos, hacerse preguntas como padre. Tratar de generar el diálogo con nuestra hija o hijo. Nadie aparece consumiendo de un día para el otro porque sí”, dijo.

Y agregó: “Me parece que hay señales que se van encendiendo en el crecimiento. Que no tienen que ver con el consumo en sí mismo pero si con conductas que encienden estas señales, en el colegio, en la familia y la manera de relacionarse con sus compañeros y compañeras. Hay que estar como atento a esa etapa. Si algo así nos sorprende a los 15 o 16 años con una problemática de consumo, yo siempre digo de no tratarlo como una tragedia ni minimizarlo y mirar para otro lado. Hay que acercarse y buscar asesoramiento. Ponerse uno mismo en terapia y repensar nuestras relaciones cotidianas”, completó Messina.