“No tomó la pastilla, tiene un brote y está armado”

Eran cerca de las once y media de la noche del martes cuando una mujer de 49 años ingresó a la comisaría segunda y dijo que el hombre al que cuidaba la había echado de la casa. “No tomó la pastilla, tiene un brote y está armado” le dijo al oficial que la atendió y que puso en marcha un operativo que se extendió casi nueve horas y terminó con el traslado del sujeto al área Salud Mental del Hospital Interzonal General de Agudos (Higa).

Según la reconstrucción de los hechos que pudo hacer 0223, la mujer se presentó como acompañante terapeútica y habita desde hace ocho meses el departamento del primer piso de la propiedad junto a Néstor Pelusso. Desde allí caminó hasta la dependencia ubicada en Castelli entre Buenos Aires y Tucumán donde dijo que el hombre de 86 años estaba armado con un cuchillo y tenía explosivos.

El personal que se acercó en primer término fue sorprendido por el hombre que desde una ventana les arrojó un mortero a los uniformados y se encerró en la vivienda. El elemento lo tiró hacia el interior de la propiedad que consta de siete departamentos y que tiene una sola escalera para llegar a su unidad ubicada en el primer piso y que fue la empleada por miembros de las Fuerzas Operativas Especiales para irrumpir y reducirlo.

Las fuentes oficiales consultadas por este medio afirmaron parcialmente los dichos de los vecinos en cuanto al tiempo que la mujer lleva viviendo en el lugar y las tareas que llevaba adelante. “Desde hace un tiempo le cobraba la jubilación y hacía todos los trámites de la casa”, señalaron.

Si bien indicaron que el hombre ya era una persona conflictiva, algunas de las personas que viven en la planta baja de la propiedad indicaron que desde la instalación de la mujer esa situación se hizo aún más aguda.

Una intervención previa

La semana pasada el lugar había sido allanado por disposición de la Justicia de Familia tras la denuncia que formuló un pariente de Pelusso a la mencionada acompañante en el marco de la ley por Protección contra la violencia familiar.

Los oficiales identificaron a la mujer de nacionalidad brasileña y al ex militar y secuestraron una escopeta Maverick 12.70, una pistola Bersa calibre 22 largo, otra arma de puño y una importante cantidad de municiones.

Por ese hallazgo se iniciaron actuaciones por los delitos de tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y tenencia ilegal de arma de guerra que fueron remitidas a la fiscalía de Flagrancia. Luego de ordenar el envió de los elementos secuestrados a la Policía Científica, se dispuso la libertad de Pelusso en tenor al artículo 161 del Código de Procedimiento Penal.