La vez que la barrabrava de Chacarita copó el edificio Havanna para sacarse una foto con Carlitos Balá

Durante 40 años, al llegar diciembre, el actor y humorista se instalaba en su departamento del emblemático edificio y regresaba a Buenos Aires recién en marzo. Mañanas de caminatas, tardes de playa y cenas que terminaban antes de las 22. La anécdota con los hinchas del “funebrero”, que no querían irse sin una foto con Carlitos.

El club de sus amores lo homenajeó con un mural para su último cumpleaños. Foto: Club Chacarita

23 de Septiembre de 2022 18:30

Por Redacción 0223

PARA 0223

Carlitos Balá y su familia pasaron, sin falta, los últimos cuarenta veranos en Mar del Plata, la ciudad que tanto amó y en la que siempre era bien recibido. Los Balá llegaban en diciembre y regresaban a Buenos Aires en marzo, con los últimos días de la temporada estival. Propietario de un departamento en el octavo piso del edificio Havanna, el más alto de la ciudad, era un hombre de rutinas: disfrutaba de largas caminatas durante la mañana, a la tarde el clan se iba a Playa Chica y volvían antes de las 18. Porque apenas una hora más tarde volvían a salir a la calle en busca de un lugar para cenar. Jamás retornaban después de las 22.

Roberto Farías, conserje del edificio en el que Carlitos Balá veraneaba, supo de la noticia de la muerte del querido artista a primera hora de este viernes aunque, confió a 0223, en el grupo de WhatsApp de los propietarios ayer a la tarde había trascendido que su estado de salud era delicado. El trabajador, que está en ese puesto desde hace tres décadas, tiene junto al cómico un par de fotos por cada año compartido: una cuando llegaba, la otra antes de que se fuera

Conmovido por la pérdida, el hombre definió a Balá como una persona “espectacular, sencilla y muy cómica”, más allá de lo que significó para el mundo artístico. “Hasta antes del Covid era una persona muy activa, con una memoria increíble”, lo recordó en diálogo con este medio.

Cada verano, durante tres décadas, Roberto Farías se sacó una selfie con Carlitos Balá apenas llegaba a Mar del Plata y otra antes de que regresara a Buenos Aires.

Si bien aseguró tener “tres millones de anécdotas” protagonizadas por el autor de la frase “¿qué gusto tiene la sal?”, Roberto eligió compartir la del día que la barrabrava de Chacarita, el club de sus amores, copó el hall del edificio para llevarse una foto junto a uno de los hinchas más célebres del “funebrero”. “Carlitos llegó y se paró en la escalera y justo enfrente había dos barrabravas de Chacarita. El resto estaba en la playa, haciendo la previa para un partido del torneo nacional que se disputaba esa noche”, recordó el empleado. Hasta que en un momento se empezó a juntar gente, había como trescientas personas en la vereda. La mujer de Carlos bajó a buscarlo y atrás entraron todos. Tardamos como cuatro horas en sacarlos a todos”, relató.

“Realmente, Carlitos era un imán, tenía mucho carisma. Yo creo que acá en el edificio no ha habido una sola persona que no se haya sacado una foto con él, que siempre se mostraba muy predispuesto. Lo vamos a extrañar y recordar con mucho cariño”, aseguró Farías por último.