Los italianos votan un nuevo Gobierno y la ultra derecha es favorita

Los sondeos previos ubican a Giorgia Meloni al frente y podría obtener mayoría en el Parlamento, con la posibilidad de modificar la carta magna. La líder rechaza la inmigración, la Unión Europea, eliminar el IVA y el matrimonio igualitario, entre otras medidas.

La líder de ultra derecha Giorgia Meloni se perfila para ser premier de Italia. Foto: Reuters.

25 de Septiembre de 2022 12:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los italianos votan este domingo para elegir un nuevo premier y en los primeros sondeos arrojan una clara favorita: la líder Giorgia Meloni que lidera una coalición de derecha contraria a la inmigración, contra el matrimonio igualitario y crítica con pertenecer a la Comunidad Europea.

Con más de 46 millones de personas habilitadas para votar, en las elecciones se elegirán 400 diputados y 200 senadores con los que se renovarán las dos Cámaras del Parlamento y se dará el primer paso para la formación de un nuevo Gobierno.

Según consigna la agencia Télam, los comicios fijarán la composición del Legislativo para los próximos cinco años y configurará el Parlamento que deberá darle el voto de confianza a la coalición que emerja con más fortaleza para formar un Gobierno en base a lo que indique el presidente Sergio Mattarella.

Las urnas abrieron este domingo a las 7 y cerrarán a las 23 locales (las 18 en Argentina) para dar tiempo a votar a las 46.127.514 personas que están habilitadas para hacerlo dentro de Italia.

Además de los electores repartidos en más de 61.000 mesas de votación en toda la península, otras 4.741.790 personas estaban habilitadas para sufragar desde el exterior, incluidas casi 756.000 desde Argentina. Los votos del exterior, que llegaron por correo, se escrutarán este domingo junto a los emitidos en Italia.

Meloni, que con su fuerza nacionalista de derecha Hermanos de Italia encabeza todas las encuestas en alianza con las también derechistas Liga y Fuerza Italia, busca consolidar la posición para alcanzar una mayoría simple de las bancas que le permita mostrarse ante Mattarella con el apoyo político suficiente para dar vida a un nuevo Ejecutivo.

"Escribamos la historia juntos", convocó Meloni, de 45 años, en redes sociales.

Con una ley electoral que reparte dos tercios de las bancas con el sistema proporcional o de lista o el otro tercio con un modelo de colegio uninominal o mayoritario, una de las incógnitas será ver el nivel de participación, que en las últimas dos elecciones estuvo por debajo del 80% por primera vez en la historia.

El anuncio de una "alerta naranja" vigente desde temprano en cuatro regiones del país por temporales generaba temores a mermas en la afluencia.

Al mediodía italiano, en el primer corte difundido por el Ministerio del Interior, la participación tras cinco horas de votación se ubicó en 19.23%, levemente menor al 19.45% de las elecciones de 2018.

De todos modos, las regiones del norte del país como Lombardía o Véneto, bastiones históricos de la derecha, superaron el 22%, con casi 10 puntos de diferencia sobre las sureñas Campania y Calabria, más proclives a elegir a la centroizquierda.

De frente a un complejo mecanismo de formación de Gobierno, la alianza que forman Hermanos de Italia, Liga y Fuerza Italia aparece en todas las encuestas como la favorita para alcanzar el primer lugar y un número de bancas entre el 40 y el 45% a nivel nacional, tras una campaña basada en el rechazo a la inmigración, políticas más duras frente a Europa y promesas de menor presión fiscal.

En caso de una muy buena elección, la derecha podría llegar así a los dos tercios de las bancas, el requisito para hacer reformas constitucionales sin necesidad de referendo confirmatorio.

Según las últimas proyecciones la derecha podría obtener entre 248 y 268 bancas en Diputados y entre 136 y 136 en el Senado, por encima de las mayorías simples de 201 y 101.

La centroizquierda, en tanto, podría reunir entre 78 y 98 diputados y de 39 a 49 senadores, siempre en base a las últimas encuestas y a la espera de la definición en algunos de los colegios uninominales más parejos.

Las elecciones habían sido convocadas a fines de julio luego de la caída del Gobierno de Mario Draghi, que era apoyado desde febrero de 2021 por todos los partidos menos Hermanos de Italia, y que se mantiene en su cargo para la "administración corriente" del Estado hasta la jura de un nuevo Ejecutivo.

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