La vicegobernadora repudió la nueva Zona Roja: "Nosotros no somos Holanda”

En una entrevista con 0223.com.ar​, Verónica Magario fue crítica con la medida que resolvió el intendente Guillermo Montenegro para llevar a las trabajadoras sexuales cerca de los cementerios del sur. "No se puede tirar el problema a otro barrio", reprochó 

La referente de la Provincia lanzó un duro cuestionamiento al municipio. Foto: 0223.

30 de Septiembre de 2022 17:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

La vicegobernadora de la Provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, repudió el traslado de trabajadoras sexuales a una zona próxima a los cementerios del sur  de Mar del Plata para que puedan ejercer su actividad y reclamó esfuerzos del intendente Guillermo Montenegro para dar una “verdadera solución” al sector.

 “Nosotros no somos Ámsterdam, Holanda… no podemos plantearnos estas cosas que vive Europa de otra manera”, apuntó la referente del Ejecutivo provincial, al conceder una entrevista a 0223, después de encabezar este viernes por la tarde un encuentro de mujeres en el Museo MAR junto al gobernador.

La vice de Axel Kicillof fue crítica con la ordenanzaque desde el sábado pasado solamente habilita el trabajo sexual en una nueva “Zona Roja” definida por la avenida 10 de Febrero, desde la calle Cacique Chuyanyuta y por una extensión de 200 metros. “La verdadera solución no es generarles una zona para la prostitución, sino, al contrario, solucionar su trabajo”, consideró.

Según Magario, la gestión de Montenegro “nunca consultó” a la Gobernación y señaló que “estas cosas no las regulan los gobiernos municipales sino que deben ser reguladas en el marco provincial y, en todo caso, en el marco nacional”. “Lo importante sería que los legisladores en las cámaras planteen estos temas para empezar a discutirlos en serio en la Provincia”, declaró.

“Lo que nosotros decimos es que este tipo de trabajo es el que no tiene que existir y si existe es porque no hay muchas alternativas otras veces. La falta de trabajo en cualquier ámbito lleva a estas situaciones, y sobre todo a las más jóvenes y las que se sienten más vulnerables”, analizó, y pidió: “Tenemos que trabajar junto a esas personas que necesitan un ingreso para mantener a sus familias”.

En su última reflexión sobre el tema, la vicegobernadora reiteró que las autoridades no deben “correr determinadas cuestiones o determinados trabajos a las llamadas zonas rojas sino que hay que solucionarlas”. “No hay que sacar los problemas de algunos barrios para tirarlos a otros sino que hay que empezar a solucionar las cosas”, instó.

Así, la dirigente de La Matanza sumó otra crítica más a la ordenanza 25.590 que, con apoyo mayoritario y el rechazo de Acción Marplatense y el Frente de Todos, sancionó a fines de junio el Concejo Deliberante. Hasta el momento, el intendente Montenegro ha defendido la implementación y hasta la catalogó de exitosa, al tener en cuenta que en los primeros cinco días solo se reportaron tres denuncias de vecinos por el ejercicio de la prostitución en sectores no permitidas.

Sin embargo, las trabajadoras sexuales y el colectivo trans migrante insiste con sus quejas a la municipalidad, al igual que los vecinos de los barrios que rodean  la nueva Zona Roja. Por el momento, el Ejecutivo no tiene previsto avanzar con ningún cambio.

La normativa, básicamente, prohíbe que haya actividad sexual en el frente de la casa de cualquier vecino de la ciudad. En caso de incumplimiento, los infractores pueden sufrir multas económicas importantes, con un tope cercano a los 900 mil pesos, e incluso penas de hasta 40 días de prisión.

La autodenominada y vieja "Zona Roja" estaba delimitada delimitada por las avenidas Jara, Champagnat, Luro y la calle Belgrano. Se trataba de un sector que históricamente convivió con reclamos y quejas de vecinos por la exposición que implica el trabajo sexual, y a ello se sumó, con el correr de los años y en forma cada vez más constante, las denuncias por narcomenudeo y venta de cocaína.