Atentado contra Cristina: ¿se reconfigura el tablero?

Desde hace seis días el tema central en la Argentina es el intento de asesinato que sufrió la vicepresidenta de la Nación. Además de lo judicial, también hay una pata política que anticipa cambios importantes en el tablero. 

La marcha en respaldo a la vicepresidenta y en defensa de la democracia fue masiva en Mar del Plata.

7 de Septiembre de 2022 21:31

Desde hace seis días la agenda de medios y dirigentes está centrada en el intento de homicidio que sufrió Cristina Fernández de Kirchner, el jueves 1º de septiembre frente a su departamento en Recoleta. Hay una pata judicial sobre la cual se centra la mayor parte de la atención, pero también hay un costado político que empieza a imponerse. ¿Cuánto puede cambiar el panorama para 2023?

Sería contrafáctico arriesgar una respuesta, pero sí es posible plantear los cambios que ya produjo en el tablero electoral. El principal es que unió a todo el oficialismo que, en bloque, respaldo a la vicepresidenta. Lógicamente, también potenció su influencia –que ya era mucha- dentro del espacio. Ese abroquelamiento se reflejó, por ejemplo, en que la bancada de Diputados que se iba a romper por la salida de los legisladores que responden a Juan Grabois se mantendrá unida.

El otro efecto que provocó es que cuando las fichas de un espacio se acomodan el desorden ajeno se nota más. Fuentes de Juntos por el Cambio reconocen que la situación en el espacio opositor se agitó en los últimos días. “Cuando los dos estábamos desordenados se disimulaba, pero este nuevo escenario hace que los ánimos se alteren”, reconocen.

 

Qué pasa en Mar del Plata

El Frente de Todos no tenía grandes sobresaltos en cuanto a la unidad en Mar del Plata. La directora de Anses, Fernanda Raverta, líder del espacio, se ocupó de fortalecer las costuras del entramado ante cada fisura que surgía a nivel nacional. Así, logró que el Movimiento Evita no se corra cuando hubo tensión entre Cristina y Emilio Pérsico. Tampoco tuvo fricciones con el Frente Renovador y se encaminaba a sostener la unidad del bloque de concejales aún cuando Grabois ordenara la salida de todos sus representantes de las bancadas (la concejal Sol de la Torre había planteado a su referente no abandonar el bloque en Mar del Plata).

Raverta es consciente de que para tener chances de llegar a la Intendencia en 2023 no puede haber fisuras en el FdT marplatense. Es más: quiere ampliar el espacio lo más posible para armar un gran frente opositor y enfrentar así a Guillermo Montenegro.

En ese marco, la marcha en apoyo a la vicepresidenta luego del atentado que sufrió fue una muestra de unidad y músculo. Pero también de mesura, algo que suele reclamarle el oficialismo local.

El Frente de Todos mostró unidad en Mar del Plata.

Pocas horas después de que el video de Fernando Sabag gatillándole en la cabeza a Cristina Kirchner recorra el mundo, se produjo un diálogo entre concejales del Frente de Todos y de Juntos para firmar un repudio conjunto y anunciarlo en una foto con todos los partidos.

El viernes, cuando todo se aprestaba a mostrar una imagen de concordia –incluso habían armado en conjunto el texto de repudio-, la foto finalmente fue solo con representantes del Frente de Todos, Acción Marplatense y Creciendo Juntos. El interbloque oficialista puso un pie en el recinto y luego dio marcha atrás. ¿Qué pasó? Hubo charlas previas en las que habían hablado de que solo participarían los jefes de cada bancada. Y a la hora de la foto, los concejales del FdT se sentaron en sus bancas y en la barra dirigentes como el senador Pablo Obeid y el delegado regional de Anses, Marcos Gutiérrez.

Ninguno aparecía en la foto, pero el oficialismo no lo toleró. “Esto no fue lo acordado”, dijeron y se retiraron. La decisión no fue acertada desde lo político. Incluso, desde el Ejecutivo deslizaron que era momento de mostrar madurez en un momento “muy complicado” para toda la política, sin importar si en la foto “había alguno de más”. Para suavizar el golpe a los propios también advirtieron que el discurso del presidente Alberto Fernández, en el que le apuntó a medios y dirigentes opositores por el atentado, había estado lejos de exhibir la madurez que muchos reclamaban.

Finalmente, en la sesión especial que se realizó el lunes se aprobó el repudio con el apoyo de todos los bloques y más allá de algunos matices el rechazo al intento de homicidio a la vicepresidenta fue total.

La voces disonantes estuvieron, aunque no llegaron desde el Concejo: un funcionario de segunda línea y una consejera escolar salieron en las redes con tuits polémicos. Julián Busetti, director general de Transparencia y Cercanía, le apuntó a la decisión del presidente de decretar un feriado nacional. Mónica Lence fue más allá y puso en duda que el atentado haya sido real.

La línea de ambos fue muy distinta a lo que mostró el propio intendente Guillermo Montenegro, que dos horas después del hecho salió a repudiarlo por las redes sociales. Luego, Lence eliminó sus tuits, pero sin arrepentimiento.

El sábado a través de una carta pública dijo que los había borrado porque podían perjudicar al intendente, pero no porque sintiera que se equivocó. Y redobló la apuesta contra los dirigentes del Frente de Todos que habían anticipado que pedirían su expulsión del Consejo Escolar: “No voy a pedir perdón. Porque eso significa reconocer que me equivoqué en lo que siento”, escribió.

“Hablamos con ella y bajó el tuit porque podía perjudicar a Guillermo. Pero sabemos que es de lo más duro que tenemos. Siempre fue así”, admitieron desde el entorno del intendente. Aunque falta mucho, su nombre es uno de los que suena para ser candidata a concejal el año próximo. Si la grieta se ensancha el perfil de la consejera escolar podría resultar atractivo para el sector más extremo de Juntos.

Más allá de esa polémica en Mar del Plata no se produjeron –por ahora- mayores peleas en torno al intento de asesinato de la vicepresidenta. El intendente, más allá del rápido tuit, no volvió a expresarse en público del tema y su atención está centrada en los temas de gestión.

Por estos días, el intendente también enfrenta un problema de gestión que hasta aquí no le había tocado: un conflicto con el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM). Las negociaciones en estos dos años y medio habían sido silenciosas y sin conflicto. Este jueves, en cambio, habrá una retención de tareas y una movilización.

Dentro de la amplia gama hay uno central para él: la posibilidad de que el estadio José María Minella sea administrado por la AFA.

El jefe comunal esperaba por estos días elevar el convenio marco al Concejo Deliberante para que otorgue a la AFA el “uso y goce” exclusivo por los próximos 30 años. El convenio no llegará en ese plazo. Un hombre de mucha confianza con Montenegro dijo que están trabajando en la redacción del convenio con la mayor cantidad posible de detalles, más allá de que una vez que se apruebe este habrá otro específico. Otra fuente señaló que el viaje del presidente de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia a Europa también demoró el proceso. Como sea, ambos interlocutores confiaron en que el acuerdo finalmente se sellará.

Otros actores de la política local nada con más calma en el mar de optimismo que desplegó el intendente. “Hay mucha presión de gobernadores que invirtieron mucha plata en estadios y no quieren que haya un estadio exclusivo”, contaron. Poco después de esa apreciación Tucumán anunció la construcción de un superestadio con la idea de ser sede del mundial 2030. Hay una pulseada con varias manos haciendo fuerza para distintos lados.