La campaña se despide en Mar del Plata con otro debate fuertemente polarizado

Con posturas ideológicas muy cercanas, las principales fuerzas impusieron de nuevo la problemática de las usurpaciones en la agenda política de Mar del Plata.  

Montenegro y Raverta cobran nuevo protagonismo en el sprint final de la campaña.

15 de Octubre de 2023 08:05

Y la campaña electoral se comienza a despedir en Mar del Plata con una postal curiosa, que encuentra a las principales fuerzas enarbolando banderas ideológicas muy similares en un tema sensible. La toma de terrenos que se denunció el martes en el Bosque Peralta Ramos volvió a instalar la problemática de las usurpaciones en el centro de la arena política y llevó a Guillermo Montenegro y Fernanda Raverta a actuar y pronunciarse con un discurso casi calcado.

El intendente, esta vez, eligió a hablar sólo con acciones y dio los mismos pasos que suele dar cada vez que surgen este tipo de conflictos: se acercó en el mismo día hasta la Fiscalía General, denunció el delito en calidad de particular damnificado y pidió el "inmediato desalojo" del predio delimitado por las calles Las Margaritas, Bulevar Nuevo Bosque y Los Matacos, que pertenece a un privado.

El fiscal Juan Pablo Lódola admitió la presentación de Montenegro y acompañó su pedido pero el revés llegó de parte del juez de Garantías Saúl Errandonea, quien no legitimó la demanda del Ejecutivo al entender que el municipio no tiene ningún derecho de dominio o la posesión sobre el lote en cuestión. El magistrado, de todos modos, sí accedió a ordenar una medida cautelar no innovativa para que no se produzcan más ingresos a los terrenos.

"Si bien en este caso la Justicia no lo tuvo por particular damnificado al intendente, se aceptó el planteo de fondo y se valió de la prueba aportada para tomar las medidas que había que tomar así que los vecinos quedaron contentos. Lo importante es eso", valoran en el Ejecutivo, al dar por concluido el conflicto en el Bosque.

Y Raverta hizo lo suyo en el Concejo Deliberante. Al compartir el martes por la noche su plataforma de gestión ante integrantes del Foro de Seguridad Municipal, la candidata de Encuentro Marplatense no eludió el tema y aprovechó para dejar una definición que resonó fuerte en el recinto: "Tomar tierras es un delito, y yo estoy en contra de la toma de tierras porque estoy en contra de los delitos".

Las palabras bien podrían ser atribuidas al jefe comunal. En más de una ocasión, Montenegro se expresó con términos prácticamente idénticos. “En este tema no hay grises, el que toma un terreno es un delincuente y esto hay que tenerlo bien claro”, sostuvo, por ejemplo, hace exactamente un año, en la conferencia que encabezó en el Centro de Monitoreo por una de las tomas más conflictivas que se gestó en el barrio Las Heras, a escasos metros de uno de los polideportivos municipales.

Raverta, sin embargo, fue un poco más allá en la definición y habló de "problema", al intentar otorgarle una dimensión integral al conjunto de situaciones que desencadena cualquier  usurpación. "Creo que es un problema porque si una persona toma un terreno que no es adecuado para la construcción de una vivienda luego se inunda y termina siendo un problema tanto para la municipalidad como para la persona", dijo, y cerró con una crítica directamente dirigida a Montenegro: "Nunca estaré a favor de la toma de tierras. Pero parece que algunos hablan de la ocupación de terrenos para no hablar de la inseguridad”.

En el oficialismo hicieron su propia lectura de las declaraciones y apuntaron contra la referente opositora por "plagiar", de alguna forma, al intendente. "En modo campaña, Raverta sale desesperadamente a decir que está en contra de la toma de tierras. Todos sabemos la verdad y no engaña a nadie. Montenegro estuvo siempre del mismo lado y fue él quien defendió a los vecinos en todos los intentos de tomas de terrenos públicos y privados", disparó por las redes el senador Alejandro Rabinovich.

El prólogo de estos cruces ya se había escrito la semana pasada, en el primer debate de candidatos. En el encuentro televisivo, uno de los primeros y más ásperos intercambios entre Montenegro y Raverta giró, precisamente, en torno a las usurpaciones. Fue el intendente quien optó por subir a su rival al ring, después de elegirla para una pregunta y denunciar que la directora de la Anses trabajaba con "funcionarios que marcaban en qué lugares" de Mar del Plata se podían tomar terrenos: es decir, la trató de "cómplice" de un accionar delictivo.

"Hubo funcionarios de tu gobierno que marcaban cuáles eran los lugares que se podían tomar, e incluso había una página del gobierno nacional que decía cuáles eran las formas de evitarlo", le dijo Montenegro a Raverta, en el primer debate.

“En estos 4 años no solamente no vi ningún funcionario nacional y provincial sino al contrario, terminaron siendo denunciados penalmente por mí, en la entrega de tierras de El Marquesado y la toma de Las Heras. Esto tiene que ver con un posicionamiento muy claro: el que toma terrenos es un delincuente, y el que se levanta temprano para ir a laburar, y decide construir su casa ladrillo a ladrillo y comprarse su terreno es el que tenemos que defender. Y claramente no fue así propuesto desde el gobierno nacional y provincial. Pero desde mi gobierno sí hubo un acompañamiento a los vecinos y los defendí yo personalmente”, apuntó el candidato que va por la reelección.

Raverta, entonces, desmintió a Montenegro y recordó que Mariano Zurita, coordinador de la delegación local del Instituto de la Vivienda dependiente del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano de la Provincia, fue quien se acercó a la Justicia en julio, cuando se quiso usurpar un predio en  Belisario Roldán. "El intendente Montenegro miente porque la última denuncia penal realizada la hizo un funcionario del gobierno provincial, al que yo designé en el banco de tierras" respondió, en primer lugar.

La denuncia por usurpación presentada por un funcionaria provincial a la que hizo referencia Raverta.

"Yo estoy en contra de la toma de tierras porque cuando una familia toma una tierra, además, para el municipio es un problema. Porque no está en condiciones su infraestructura, su tierra, porque no tienen servicios, porque después falta escuela, y para la familia también es un problema porque esto es un delito. Es un problema para el municipio, es un problema para las familias, y nunca voy a estar de acuerdo con algo que es un problema. Siempre voy a condenar la toma de tierras", había ratificado la líder del PJ local, en los estudios de Canal 10.

La discusión y la chicana política - lamentablemente - no abre margen para profundizar sobre la problemática de fondo: la enorme crisis habitacional que se extiende a lo largo y ancho del país. No parece casual que las principales fuerzas de Mar del Plata abran fuego sobre las usurpaciones en la misma semana donde el Congreso nacional sancionó la "nueva" Ley de Alquileres para facilitar, justamente, el acceso a la vivienda.

Pero ni la novedad de la reforma hace pensar que la situación vaya a cambiar demasiado. A pesar de las buenas intenciones que dicen tener los diputados y senadores que impulsaron las modificaciones en los tiempos y las formas de ajuste del valor de los alquileres, agentes inmobiliarios expresan fuerte rechazo y no avizoran posibles mejoras en el mercado a futuro. 

De hecho, muchos esperan que se retraiga aún más la oferta, sobre todo en las próximas semanas, hasta tanto el presidente firme la promulgación para poder negociar los contratos bajo las nuevas reglas. "Es una lástima, los políticos no la entienden. Mientras insistan con imponer condiciones, estas leyes mal redactadas no van a solucionar nada. Acá faltan mecanismos para que haya oferta pero a través de la inversión", repiten operadores del sector.

Como sea, en el sprint final de la campaña, Montenegro y Raverta polarizan una nueva discusión de alto impacto social y se afirman en el centro de la pelea electoral. Es probable, incluso, que el problema de las tomas se infiltre de nuevo en el último debate de candidatos a intendente que se vivirá en los estudios de Canal 8, a tan sólo cuatro días de las generales. En un intento por desdramatizar y calmar ansiedades, armadores políticos descartan que el próximo enfrentamiento tenga fuerte incidencia en el voto de los marplatenses pero los preparativos no dejan de ser intensos de uno y otro lado. Está claro: nadie quiere quedar mal parado cuando la hora final está tan cerca.