Cierra un año récord para el avistaje de ballenas en Mar del Plata

Por Agustín Casa

La temporada de ballenas en Mar del Plata cierra con un récord histórico: en 2023 se registraron en la costa de la ciudad un total de 90 avistaje de ballenas franca austral, la cifra más alta desde que biólogos de la Unmdp comenzaron los relevamientos en 1970.

Este año, la temporada comenzó el 19 de mayo con el primer avistaje de dos ballenas francas austral (Eubalaena australis) en Playa Serena, en la zona sur de la ciudad. Siete meses después, la temporada 2023 finalizó con récord de avistajes en la costa marplatense.

Durante 2023, biólogos del Conicet y la Unmdp registraron un total de 90 avistajes de esta especie a lo largo de la costa de Mar del Plata. Este número representa el máximo histórico para el relevamiento que realizan los científicos marplatenses desde el primer avistaje de un ejemplar desde la costa marplatense en 1970. Desde esa década hasta la actualidad, los avistajes han crecido gradualmente, y en los últimos años ha aumentado el número de ejemplares observados.

El registro es llevado adelante por profesionales del Grupo Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Iimyc), del Cnicet y la Unmdp.

El mes con mayor cantidad de avistajes fue septiembre. En total, se registraron 30 avistajes y en 18 de los 30 días del mes se vieron ballenas francas australes en nuestra costa. Este año, la temporada se extendió desde el 19 de mayo al 27 de octubre. Justamente octubre fue el segundo mes con más avistajes (20), seguido por julio (16), junio (14), agosto (9) y mayo (1).

“Durante los últimos dos años hubo una gran cantidad de avistajes. Esto es muy importante porque muestra que la población se está recuperando. Hay más animales y hay mayor posibilidad de verlos desde la costa”, cuenta a Citecus Agustina Mandiola, doctora en Ciencias Biológicas y docente-investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

El 17% de los avistajes en la costa del partido de General Pueyrredon fueron en Chapadmalal, seguido por Cabo Corrientes (16%) y Playa Serena (16%), y luego por La Perla (9%), Playa Grande (9%) y Punta Mogotes (9%).

“No solamente en Mar del Plata se están viendo muchos más animales, sino también en otras zonas de la costa, como en Miramar y Necochea. Ahí también aumentaron los registros y esto va en concordancia con el aumento de la cantidad de animales que se ven en los sectores reproductivos de Santa Catarina, en Brasil, y de Puerto Madryn, en Argentina”, afirma la bióloga.

Asimismo, la especialista remarca: “El aumento en el tamaño de los grupos de ballenas, la frecuencia de avistajes, el registro de cachorros en la zona y la presencia de comportamientos reproductivos, todos hechos ya registrados en el golfo San Matías, indicarían que la población de ballenas francas australes está creciendo. Los animales estarían recuperando espacios que antes ocupaban y que, como consecuencia de la explotación de la especie y la disminución de las poblaciones, fueron perdiendo. Para nosotros cada registro es muy importante. Por eso, lo venimos desarrollando desde hace más de 50 años”.

Este año se registraron días en los que hubo avistajes simultáneos en diferentes sectores de la costa de Mar del Plata. Asimismo, en cuatro ocasiones se observaros madres con crías. Y uno de los datos más relevantes es que, gracias a imágenes de dron, se confirmó la primera cópula de esta especie frente a la costa de Mar del Plata.

“Se habían observado algunos comportamientos reproductivos, pero no se había corroborado lo que sí se hizo con las imágenes de dron. Estas imágenes nos permitieron ver la presencia de cachorros. Observar los tamaños de los animales desde la costa es más difícil. En cambio, acercándose con un dron, que no molesta a las ballenas, nos permite tomar ese tipo de imágenes”, indica Mandiola.

La investigadora resalta que el uso de dron también les permitió tener imágenes de las cabezas de las ballenas y poder observar el patrón de las callosidades que presentan, que son como sus huellas digitales e identifican a cada ejemplar.

“Estamos en proceso de analizar imágenes de dron que nos han compartido la gente para poder identificar estas ballenas y ver si, a partir de esas marcas, las podemos ver en Brasil y en Puerto Madryn”, agrega.

La tecnología no solo ayuda a tener mejores registros de estos animales y observar con más detalle a los ejemplares, sino que es una aliada para la participación de la comunidad en la observación de las ballenas. Por eso, desde el equipo científico cuentan con un grupo de WhatsApp y una cuenta de Instagram mediante la cual están en contacto con la comunidad.

“Hoy en día, tanto el grupo de WhatsApp como la cuenta de Instagram, nos permiten enterarnos si hay un animal en la costa sin necesidad de estar nosotros todo el día en la costa, algo que sería muy difícil observando o buscando ballenas. Hoy, a partir de un mensajito de texto, nos avisan y nosotros podemos dar difusión y comunicar a toda la ciudadanía que se quiera acercar a la costa a observar a las ballenas”, comenta Mandiola.

Aumento poblacional y protección de la especie

Entre los siglos XVIII y XIX la caza comercial de ballenas dejó a esta especie en peligro de extinción. La especie fue protegida desde la década del 50 del siglo XX y desde esos años comenzó a aumentar su población. En las últimas décadas, se han recuperado las poblaciones de ballena franca austral en Argentina, Brasil, Sudáfrica y Australia.

“Todavía la población no alcanzó los niveles en la cantidad de animales que había previo a la caza. Estamos muy lejos de eso, pero observar más animales en la costa también indica que hay más animales en el mar y que la población está creciendo, y eso es una buena noticia”, reconoce la investigadora.

Desde 1984, la ballena franca austral es Monumento Natural Nacional, categoría máxima de protección legal. En paralelo, integra la lista del Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES).

Por otra parte, mediante la ordenanza municipal N°21.439, la especie fue declarada de Interés Municipal en el partido de General Pueyrredon en 2013. En su artículo 2, la ordenanza expresa: “Recomiéndese a la Autoridad Provincial y Nacional con jurisdicción, y hasta tanto no esté regulada la actividad, la prohibición de acercamiento a una distancia menor a doscientos (200) metros del ejemplar y/o persecución, navegación, natación y buceo de la Ballena Franca Austral”.

Más tarde, en 2019, el Ejecutivo municipal creó la Mesa de Trabajo de Ballenas, de la cual forman parte especialistas del CONICET y la UNMDP. Esta mesa busca generar instrumentos legislativos, normas de navegación responsable y directrices de gestión turística que garanticen la conservación de la ballena franca austral en el litoral marplatense.

Sin embargo, pese al aumento de visitas de ballenas franca austral por la costa marplatense, aún no se ha generado un programa integral para el manejo de esta especie en el distrito.