La canasta navideña acusa aumentos por encima de la inflación y cada año se vende menos

Budines, pan dulce, garrapiñadas, turrones, confituras, sidra o champagne. El consumo de estos productos que forman parte de la canasta navideña tiende a disminuir en la mesa de los marplatenses producto del aumento generalizado de precios.

Gustavo Casciotti, titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), aseguró en diálogo con 0223 que cada vez hay menos interés entre los consumidores por adquirir los productos de la denominada canasta navideña y este año en particular producto de la aceleración de precios.

Según consignó, los principales artículos registraron subas por encima de la variación interanual que hasta octubre ronda el 142,7%. De esta manera, los precios de referencia para estas fiestas son:

• Budín $500/600
• Turrón $450/550
• Pan Dulce $1200 

No obstante, Casciotti señaló que los valores de referencia no se actualizaron y que "cuando el comerciante quiera reponer los precios van a ser distintos o el producto no se va a encontrar" porque no hay reposición debido a la falta de interés.

"Si bien estamos acostumbrados a tener remarcaciones en forma mensual, después del balotaje se dio una aceleración despiadada con porcentajes por encima del promedio y con dos o hasta tres listas a lo largo del mes", remarcó Casciotti.

El representante de Apyme consideró que, en este contexto, las celebraciones de Navidad y Año Nuevo "se ven bastante lejanas". "El consumidor está preocupado por el día a día. Se están vendiendo algunas cosas, pero muy despacio", indicó.

Para Casciotti, los productos que hacen a la canasta navideña resultan año a año cada vez más caros, las familias incursionan en la producción casera y hay cada vez más oferta de particulares, lo que produce una merma en la venta de unidades físicas de los típicos alimentos que se sirven en la mesa dulce de fin de año.

"A esta altura del año se hace difícil el reaprovisionamiento de mercadería. Las marcas más salidoras ya no se consiguen. Las cantidades son moderadas porque el producto no se vende y una vez vendido lo que queda son productos de alto precio que se tornan inaccesibles", dijo.

En conclusión, según su visión, el consumo masivo de la canasta navideña tiende a desaparecer y se consigue en tiendas de alimentos destinadas a un determinado segmento de la sociedad o funciona para cierto público como regalos empresariales o atención institucional.

"Son productos que el grueso de la gente no consume. Están caros y no rinden en la mesa navideña. Un turrón que hasta hace cinco años se veía hoy prácticamente está en extinción. La gente prioriza comprar más carne o algún otro producto que le rinda más y arma su propio combo", completó.