Paunero, Unzué y Cossio, los aristócratas que protagonizaron una historia de traición y muerte

En 1937 Wenceslao Paunero fue acribillado a balazos por Martín Cossio Salas Oroño, un bon vivant de clase alta "por el derecho” a Mercedes "Mina" Peña Unzué de Paunero. El crimen que conmocionó a los habitué del Ocean Club fue tratado por los medios sin detalles que dejaran entrever el escándalo vivido en las playas marplatenses.

En el bar del exclusivo club de Playa Grande, Paunero y Cossio comenzaron lo que se transformaría en su última discusión. Foto: Ocean Club Mar del Plata

12 de Febrero de 2023 18:00

12 de marzo de 1937. La crisis europea y el temor a las repercusiones de la Gran Guerra junto con la llegada del ferrocarril habían volcado a la aristocracia porteña y los “nuevos ricos” a la Costa Atlántica para pasar el verano. Mar del Plata se había convertido en la Biarritz argentina y las familias patricias se instalaban junto a sus empleados y pasaban largas jornadas en el Ocean Club, un exclusivo espacio que las familias patricias frecuentaban luego de la apertura a nuevos ricos que había realizado el Club Mar del Plata.

Hasta el Ocean Club, ubicado en Playa Grande, había llegado el abogado Wenceslao Paunero -nieto mayor del unitario General Paunero- junto a su mujer Mercedes "Mina" Peña Unzué, una mujer rica y bella, nieta de uno de los cinco hombres más acaudalados del país y que no estaba dispuesta a vivir atrapada en un matrimonio arreglado, por lo que buscaba -siempre guardando las apariencias- vivir de manera libre. El matrimonio y sus dos hijos, como era de esperar, se trasladó hacia la villa balnearia con su personal doméstico para hacer más llevadera la estadía de tres meses completos que tenía prevista. Fue el último verano que pasarían juntos los cuatro miembros de la familia.

Wenceslao tenía 36 años, era “un niño bien" y "sportman”, conocido por sus bravuconadas más que por su desempeño legal. Había heredado de su abuelo un Colt 38. Lo llevaba a todos lados como un elemento de defensa desde 1923, cuando se había unido en un matrimonio conveniente con "Mina", de 26 años, dueña de una gran fortuna y una seducción innata.

Tanto Susana Dillon en “Triángulo amoroso en la arena”, como Ovidio Lagos en “Siete elegantes crímenes de pasión” aseguran que 14 años después de la unión en la que Paunero era el marido autoritario y dominante, Mina fijó sus ojos en Martín Cossio Salas Oroño, un bon vivant de 23 años a quien poco le importaba la diferencia de edad.

Mercedes "Mina" Peña Unzué de Paunero era dueña de una seducción innata y una gran fortuna. Foto: Archivo General de la Nación

La relación entre la aristócrata dama y el joven duró poco más de un año y durante el verano de 1937 ambos coincidieron en el Ocean Club marplatense, sin sospechar que ese encuentro cercano sería el último que disfrutarían. 

Al enterarse de la relación, Paunero fue claro con Cossio: "La próxima vez que te vea con mi mujer, te pego un tiro", le advirtió. El aviso tomó por sorpresa al joven que, como no estaba dispuesto a renunciar a su última conquista, se compró un Super Colt que llevaba a todos lados.  

“No era Wenceslao II un tipo de aguantarse cuernos ni filosofar a la francesa, la infidelidad a un machista lo debe haber puesto de la nuca. Se le revolvió la sangre violenta de su abuelo, se topó contra la avalancha de celos”, escribe Dillon.

El 12 de marzo de 1937 a las 6 de la tarde, Paunero encontró en el bar del Ocean Club a "Mina" hablando alegremente con Cossio y no pudo contener su ira. Fue hacia el joven y lo golpeó. Mientras los presentes los separaron, Martín, desafiante, le susurró al amante de su esposa: “No te mato porque no vales la pena”.

Las tardes en el Ocea Club incluían también "baños de mar"

Durante el forcejeo, Wenceslao cayó sobre una de las barandas de madera de la pequeña terraza y la rompió con su cuerpo. El movimiento dejó en evidencia que el mayor de los hombres estaba armado y el joven confirmó que la amenaza que le había realizado el abogado podía efectuarse. 

Ante la petrificada mirada de Mercedes, Wenceslao se levantó y salió enceguecido hacia su Buik Doble Phaeton. Martín lo siguió sin pensar. En el estacionamiento del Club, antes de que Paunero llegara a su auto, el joven sacó su arma, apuntó al aristócrata y le gritó. Paunero casi no tuvo tiempo para reaccionar. Martín vació el cargador en el cuerpo del abogado, que solo pudo responder el ataque, antes de desplomarse, con un tiro que dio en la pierna izquierda de Cossio.

Wenseslao Paunero había heredado un Colt 38 de su abuelo

 
Pese al rápido accionar del chofer de Paunero que cargó en el auto a su patrón y lo llevó al hospital, no se pudo hacer nada para salvarle la vida. Los habitués del club no salían del estupor. Era un escándalo que salpicaría a tres de las “mejores familias” del país y había que evitar que trascendiera.

El diario La Capital reflejó el hecho el 13 de marzo como “un incidente en los salones que no tuvo contornos deplorables debido a la eficaz intervención de algunos amigos”. De acuerdo al relato del matutino hubo “un violento diálogo, golpes de puño y un intento de ambos por usar armas que fue impedido por los presentes”

"Mina" Unzué junto a sus amigos disfrutando una tarde en el Ocean Club. Foto: Fotos de Familia

Dos días más tarde La Capital de Rosario publicaría la declaración testimonial de Cossio ante el comisario Arturo Argerich en la que reconoció que intentó verificar “que una de las nueve balas tenía arena, entonces limpió el arma y salió en busca de Paunero”. 

Cossio fue condenado a dos años de reclusión en un sanatorio y quedó excluido de todos los eventos de la alta sociedad. Su nombre no volvió a escucharse entre las familias patricias.

Los restos de Wenceslao Paunero fueron velados “con toda la dignidad correspondía a su lugar en la sociedad culta y de conocido origen” y sepultados en el cementerio de La Recoleta. 

De "Mina" poco se supo tras el sepelio de su difunto esposo, continuó con sus actividades diarias de mujer de clase alta que comprenden el cuidado de sus hijos y acciones de beneficencia.

La historia fue ocultada por las familias involucradas hasta que en hasta que en 2009 el periodista Ovidio Lago publicó la historia en "Siete elegantes crímenes de pasión" y un año más tarde Susana Dillon la reflotó luego de entrevistarse con un descendiente de Cossio en "Triángulo amoroso en la arena".