El Concejo conmemoró otro aniversario del Golpe de Estado: "La lucha sigue porque hay heridas abiertas"

Se realizó este viernes la tradicional sesión especial por el 24 de marzo, que presidió la concejala radical Marina Sánchez Herrero. Hubo presencia de legisladores, autoridades académicas, de colegios profesionales, de sindicatos y otros organismos.

"La democracia se construye desde el disenso", sostuvo Sánchez Herrero. Foto: prensa HCD.

24 de Marzo de 2023 12:03

Por Redacción 0223

PARA 0223

El Concejo Deliberante de Mar del Plata realizó este viernes por la mañana la tradicional sesión especial que conmemora otro aniversario del Golpe de Estado que sufrió Argentina el 24 de marzo de 1976, marcando el principio de la época más oscura de nuestro país.

Además de concejales de todos los bloques y funcionarios del gobierno de Guillermo Montenegro, asistieron al encuentro legisladores, autoridades académicas, de colegios profesionales, de sindicatos y otros organismos del Estado, del sector público y privado e invitados especiales.

En el inicio de la Sesión se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. Luego, se proyectó el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditórium-Centro Provincial de las Artes. Después de las notas de excusación, se procedió a la lectura del documento único emitido por el Concejo.

"Este es un día de introspección y de mirarnos para dentro para ver qué pasó en todos estos años y hacia dónde hay que seguir. Lo dijimos en el documento que firmamos todos los bloques: la lucha no cesa porque todavía hay heridas abiertas. Buscamos dar un mensaje de unidad, de lucha y de no olvido", dijo Marina Sánchez Herrero, la concejal que presidió la sesión.

La referente radical reconoció que "la democracia se construye desde el disenso porque eso obliga a encontrar acuerdos". "Esa es la democracia: la libertad de poder expresarse y decir lo que uno piensa. Eso es lo que no se respetó en nuestro país y lo que quebró el sistema democrático", señaló la presidenta del cuerpo local al término de la convocatoria, en diálogo con 0223.

Una de las invitadas especiales fue Paloma Muñoz, la nieta de Carmen Ledda Barreiro, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo de Mar del Plata. Ledda estuvo 3 meses secuestrada junto a su marido, su hijo estuvo detenido 7 años y su hija mayor, Silvia, dio a luz en el pozo de Banfield. La liberaron en abril del 78 y luego de unas operaciones, comenzó la búsqueda de Silvia y su nieto, que se mantiene activa hasta estos días.

"En mi familia este día se vive como todos los años. Mi abuela está cada vez más grande, hoy no pudo estar acá. Siempre es complejo. Pero se sigue manteniendo la expectativa y la lucha personal de querer encontrar a ese nieto que busca mi abuela", afirmó la joven, quien también sostuvo que la democracia es una "construcción de todos los días".

Muñoz valoró que gracias al impulso de los organismos de los derechos humanos Argentina fue un ejemplo al "juzgar a los genocidas responsables" de la masacre de la dictadura. "Hoy se siguen juzgando a los civiles partícipes y a los representantes empresariales y cómplices de la dictadura. Las abuelas, además, siguen buscando a les nietes, se siguen trabajando por las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, y se siguen reivindicando todas las luchas que tiene que ver con la dignidad de las personas y de un pueblo comprometido", indicó.

"Yo creo que les más jóvenes siempre tienen una nueva perspectiva para aportar y seguir interpelando la lucha por los derechos humanos es un acto genuino y muy hermoso. Las juventudes están, y están mucho, pero siempre generando otros lenguajes, que no es algo que solo se ve en la militancia sino en el arte y la música", reflexión, en la entrevista que le concedió a este medio.

El documento del Concejo por el 24 de marzo

Hace exactamente un año, en este recinto, expresábamos que nos convocaba una historia de lucha que comenzó hace 47 años cuando el país sufrió su dolor más profundo: persecución, secuestro, tortura, exilio y desaparición fueron las características de la noche más oscura que vivimos como argentinos. Pero la vida, a pesar de todo logra avanzar y sobreponerse. 

Desde esa misma oscuridad surgieron personas de coraje y valor que se atrevieron a luchar por la vida, por la paz y la justicia: madres y abuelas que con el emblema de un pañuelo blanco fueron en busca de hijos y nietos, asociaciones de derechos humanos, líderes sindicales, religiosos, políticos y sociales cuyo amor por las personas los llevo a levantar la voz, aún a costa de poner en peligro su propia vida.

Aquí – en este recinto – están muchos de los rostros de las víctimas de tanta barbarie y locura, las víctimas de la represión y las víctimas de la guerra, cuyo recuerdo nos obliga a comprometernos para lograr una sociedad más justa e igualitaria para todos.

Y como la vida no se detiene y el amor impulsa nuestros mayores valores, hace casi 40 años recuperábamos la democracia en Argentina, la que procuramos sea para siempre.

El despertar democrático, no llegó libre de condicionamientos económicos, políticos, militares y sociales. Empezamos a caminar, a curar, a reconstruir en 1983, pero conservamos aún heridas abiertas de esa época.

La democracia que hoy gozamos como sociedad, esta democracia que los y las argentinas recuperamos para terminar con la muerte, el terror y la entrega de la patria es, sin dudas, un bien colectivo fundamental, la garantía de nuestro contrato social.

Construimos un pacto como sociedad, le dijimos NUNCA MAS a la muerte y a la barbarie y consagramos como bien colectivo la democracia para nuestra Patria. Este pacto, que no podemos romper, nos desafía hoy a seguir trabajando en una sociedad que nos garantice, en igualdad y equidad, los derechos esenciales, los derechos sociales, los derechos fundamentales para todas y para todos los que habitan este suelo. 

Este pacto nos obliga como pueblo a defender lo que hemos obtenido: defender nuestra Democracia. Defenderla de los intereses extranjeros que ocupan nuestro suelo malvinense, defenderla de los atropellos de minorías poderosas, defenderla de violencias materiales, sociales, políticas y simbólicas y de las injusticias que tanto lastiman el corazón de nuestra gente.

Debemos seguir luchando  para que nunca más se acallen voces, nunca más exista el odio y la persecución política, nunca más la violencia, la tortura o la muerte sea una forma de acallar al que piensa distinto.

Este 24 de Marzo, seguimos exigiendo verdad, seguimos manteniendo viva la memoria, seguimos exigiendo justicia por 30 mil desaparecidos, por la democracia, por las generaciones presentes, pero sobre todo por el futuro de la Argentina