Fue apropiada en 1967 y halló a una prima lejana en Mar del Plata: busca a su familia en la zona

Laura Louzau se enteró en 2001 que sus padres la habían adoptado y desde entonces busca sus orígenes. Cree que pudo haber sido víctima de una red de tráfico de bebés que operaba en los años previos a la dictadura. Ya encontró a una prima tercera y, por el momento, todos los caminos conducen a Mar del Plata.

Según su partida, Laura Louzau nació el 16 de junio del '67, pero calcula que en realidad fue tres días antes.

6 de Marzo de 2023 10:59

Laura Louzau nació el 16 de junio de 1967, pero ella festeja su cumpleaños el 13 de ese mes. Es que si bien en su partida señala el 16 como la fecha de su nacimiento, una prima suya le confesó hace dos décadas que, en realidad, ese fue el día en que sus padres la fueron a buscar a una casa particular y para ese entonces, calcula, ya tenía unos tres días de vida

Cuando llegó a la vida de los Louzau, el matrimonio ya tenía tres hijos varones y venía a cumplir el sueño de Maribel Galasso: ser mamá de una nena. Sin poder concebir, Maribel y su esposo, Osvaldo Louzau, se pusieron en campaña para adoptar. La historia la pudo reconstruir Laura a partir del año 2001, cuando su papá de crianza le contó que no era su hija biológica. Ese fue el puntapié inicial que dio origen a una búsqueda en soledad: su mamá falleció en el ‘84 y su papá hace una década y hasta el final se negó a darle precisiones sobre cómo fue su adopción.

La confirmación de que no era hija natural de los Loauzau le desmoronó, dice Laura. Necesitaba saber si la habían abandonado o fue apropiada; cuál fue el destino de su madre biológica y por qué habían sido separadas.

Lo primero que hizo fue recurrir a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y al Banco Nacional de Datos Genéticos, pero se encontró con un obstáculo: ambos organismos atienden en particular casos de personas apropiadas durante los años de la dictadura cívico, militar y eclesiástica, que se extendió desde el 24 de marzo del ‘76 hasta diciembre del ‘83. Entonces, las redes sociales fueron la única opción que tuvo a mano para seguir adelante en busca de su historia. 

En Facebook son numerosos los grupos de personas que se encuentran en su misma situación y Laura empezó a seguirlos a todos. Así fue como descubrió un dato fundamental en su investigación solitaria: la partera que se menciona en su certificado de nacimiento era Gregoria Agra de Pasini, un nombre que también surge en las búsquedas de otros hombres y mujeres que nacieron entre 1962 y 1983 y que, al igual que Laura, fueron apropiados y criados por familias adoptivas.

Además, el domicilio que figura en su partida de nacimiento era una casa particular ubicada en calle Campichuelo 810 (hoy Eduardo Acevedo), del barrio porteño de Parque Centenario. Es una construcción de dos pisos en la que funcionó una remisería y ahora ocupa un supermercado chino, y que Laura visitó en reiteradas oportunidades. Para Laura, está claro que ella fue víctima de una red de tráfico de bebés de la que participaba Agra de Pasini y cree que sus padres de crianza pagaron para por ella. "Fui apropiada", sentencia. 

“Soy parte de los tres millones de personas que han sido apropiadas ilegítimamente en Argentina y que buscan su identidad biológica. Nos autodenominamos ‘buscadores/as de identidad’”, dice Laura a través de una carta que envió días atrás a la redacción de 0223. Su decisión de contactarse con este diario no es casual. Después de someterse a estudios de ADN y compartir los resultados en el sitio de búsqueda genealógica My Heritage, confirmó que tiene una prima tercera en Mar del Plata. Se trata de Juana Villarreal, de 84 años, a quien conoció en marzo del año pasado. “Me puse en contacto con una hija de Juana y viajé a conocerla. Me recibieron con mucho amor y desde entonces me acompañan en esta búsqueda”, asegura la mujer en diálogo con este medio.

Según Laura, su ADN la ubica como “descendiente de Emilia Villarreal o Juana Villarreal”, por lo que cree que sus orígenes están vinculados con los apellidos Villarreal, Méndez o Giestra; todas familias oriundas de las localidades de Necochea, Tandil, Olavarría, Lobería, Azul, Balcarce y Mar del Plata. Por eso, remarca, apela a la memoria de aquellas personas de la zona que puedan llegar a tener en su familia como bisabuela o familiar a Emilia Villarreal, casada con Ángel Méndez, o Juana Villarreal, casada con Antonio Giestra. “Ellas eran madre e hija y ambas tuvieron mucha descendencia. Si alguien me pudiera orientar con algún dato que, por más pequeño que sea, podría ayudarme a encontrar mi identidad biológica”, sostiene.

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