Incentivan la adopción de adolescentes ante una crisis en el sistema: "Hay más de 100 chicos en espera"
La jueza Alejandra Obligado contó cómo son las vinculaciones, que pueden incluir cuidados temporales y salidas recreativas. Una iniciativa amorosa frente a una falencia mundial.
Mar del Plata atraviesa una crisis en materia de niñez y adolescencia sin cuidados parentales, lo que lleva al crecimiento del universo de chicos "institucionalizados" (que viven en hogares) y no encuentran la posibilidad de cumplir su derecho de vivir en familia. Si bien la falta de adopción en esa franja etaria es un fenómeno que se reproduce en todo el mundo, la ciudad no es la excepción.
Para buscar posibles soluciones a este problema, desde el Juzgado de Familia nº 5 a cargo de Clara Alejandra Obligado y el Municipio organizaron una jornada informativa orientada a buscar familias que tengan la intención no sólo de adoptar, sino también se ofrecerse como cuidadores o guardadores para "chicos más grandes".
"Apuntamos a la franja que va de los 7 a los 17 años, donde se dan las mayores falencias. Actualmente, tenemos alrededor de 100 chicos en espera solamente en los 7 juzgados. En cada uno no hay más de 10 familias que quieren adoptar y de ellas, la mayoría no quiere de más de 4 o 5 años", explicó en diálogo con 0223 la jueza.
Según Obligado, los jóvenes no encuentran un futuro estable ni condiciones ideales para sumar un integrante a su familia, problema que se da a nivel global. "Queremos encontrar esas familias que tengan ganas de incorporar a un otro para cuidarlo, asistirlo y darle un espacio", auguró.
Por un lado, se encuentra la opción de la figura del cuidador, que se puede encargar del chico durante los fines de semana, invitarlo a pasar las fiestas, brindarle contención y asegurarle las obligaciones y tareas diarias.
Otra forma de convivencia puede ser la adopción plena, en la que ya se consolidan los roles legales y se conforma la familia de forma definitiva.
"Son maneras de vincularse que pueden ir desde una familia ampliada hasta pasar los fines de semana, tener un rato para ver una peli juntos que no sea en el hogar institucional, que el chico tenga un espacio donde llevar sus amigos y que pueda dar una dirección donde vive que no sea estigmatizante", aclaró Obligado.
Para la jueza, la decisión tiene que nacer del deseo y no de una obligación de "intentar salvar al mundo", lo que lleva a muchas personas a reconocer que no están llistas y arrepentirse a mitad de camino. Esto último genera secuelas muy graves en el niño o adolescente.
La vinculación
El proceso comienza con un despacho jurídico que autoriza a vincular en el caso en el que el equipo técnico compruebe que el adulto es idóneo.
Allí comienza el período que no es fijo, sino que cada tipo de relación va estableciendo. Hay familias que se encuentran una vez por semana, otras dos meses, y otras a diario. El tiempo afectivo será la clave.
"Las maduraciones humanas son distintas y el reloj afectivo es distinto en cada caso. A veces se encuentran rápido y cuando se da esa magia de sincronización, es hermoso", confió la jueza, que tiene recuerdos y anécdotas de sobra.
Desde las diversas instituciones, invitan a quienes quieran conocer más al respecto y sumar información, a acercarse a los juzgados.
La aventura, aseguran, no es fácil pero los testimonios positivos de quienes lo atraviesan se agregan a diario.
"Adoptar es tan complejo como tener cualquier hijo: hay momentos difíciles y otros alegres; hay orgullo y defraudación. De hecho, la paternidad es sentirse defraudado, tener paciencia, amar y entender que es un otro y que es diferente", reflexionó Obligado.
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