Día Mundial del Parkinson: por qué se conmemora el 11 de abril y cuáles son las señales de alerta

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo.

El Parkinson es actualmente la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en el mundo, después del Alzheimer. Foto de archivo.

11 de Abril de 2024 14:32

Por Redacción 0223

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Este 11 de abril se conmemora el 27° aniversario del Día Mundial del Parkinson. La fecha fue instituida en 1997 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conmemoración del nacimiento del médico y sociólogo británico James Parkinson, por descubrir la enfermedad. Además, se busca concientizar a la población acerca de este padecimiento neurodegenerativo que afecta a millones de personas a nivel mundial.

La enfermedad de Parkinson es una condición degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso central ocasionada por la pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que regula el movimiento, causando que se detenga su producción, lo que termina generando esta afección.

Según la OMS, la enfermedad afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años y estima que para el año 2030 habrá alrededor de 12 millones de pacientes en el mundo. Aunque no hay cifras oficiales, en la Argentina se calcula que cerca de 100 mil personas conviven con esta enfermedad.

Respecto a la sintomatología, los más caracterísiticos suelen ser: temblor, generalmente con inicios en las extremidades superiores; lentitud en el movimiento; y la rigidez. Sin embargo, existen otros llamados “síntomas no motores”, como la depresión, el trastorno del sueño y la constipación. Estas señales pueden confundirse con otras dolencias provocando que los pacientes puedan demorar entre 3 y 5 años en recibir el diagnóstico adecuado.

Aunque no existe cura, los tratamientos, en particular los medicamentos, la cirugía y la rehabilitación, pueden reducir los síntomas. Por otro lado, el entrenamiento de la fuerza, los ejercicios de mobilidad y equilibrio, y la hidroterapia, pueden ayudar a mejorar el funcionamiento y la calidad de vida de las personas afectadas.