Cómo evoluciona Andrés Yllana tras la bomba que estalló en el vestuario
El entrenador de Aldosivi ya está en su casa, pero tiene dos días más de reposo. Vuelve el jueves a los entrenamientos.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El desenlace de una visita de riesgo para Aldosivi cambió el significado de la misión. Porque el "peligro" radicaba en el partido contra el escolta de la Zona B, pero terminó siendo tal por lo sucedido en la Isla Maciel. Una bomba de estruendo detonó en el vestuario visitante y el DT Andrés Yllana tuvo que ser internado de urgencia.
"No escucha absolutamente nada. Tiene problemas de estabilidad. No perdió el tímpano de milagro”, describió al instante de consumado el hecho el Jefe de Seguridad del club del Puerto. Yllana fue trasladado al hospital y luego recibió el diagnóstico: sufrió una hipoacusia bilateral por barotrauma, según el parte médico del Instituto Otorrinolaringológico Arauz.
La delegación de Aldosivi, tras la suspensión del partido, regresó a Mar del Plata y luego lo hizo el entrenador. Le recetaron 72 horas de reposo y se recupera en tiempos normales, esperando por el funcionamiento total de su oído. No puede recibir visitas, está en su casa. Antes del suceso ya estaba pautado un descanso para el plantel y cuerpo técnico, que volverán el jueves a los entrenamientos ya que el fin de semana que viene no habrá fecha en la Primera Nacional.
Qué desencadenó la violencia en San Telmo
Rápidamente la institución porteña se puso a disposición de Aldosivi. Pero, en paralelo, sabía que se le avecinaba una investigación sobre lo sucedido. En el aspecto deportivo, hablando de castigos, hay un antecedente reciente: la violenta interna de la barra de Godoy Cruz que produjo destrozos en el Estadio Malvinas Argentinas, acarreó la quita de puntos (tres), dos partidos sin público de local y multa económica. En San Telmo, la sospecha tiene que ver con un conflicto de intereses entre propios. El sindicado como autor del violento hecho sobre el vestuario de Aldosivi es un socio del club. Y en el sector donde se ocasionaron los desmanes no es uno de fácil acceso para el público del equipo. Para la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte), es una falta grave que no haya cámaras instaladas que podrían haber registrado el hecho.
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