La historia del marplatense que llevó la cerveza artesanal a Bolivia y hoy es furor

Luciano buscó mucho y encontró su premio: una comunidad organizada en la que todos participan por igual. Con mucho esfuerzo, llevó un poco de Mar del Plata al medio de la yunga boliviana. Anécdotas y reflexiones de este docente y emprendedor.

La gastronomía local se mezcla con los sabores clásicos de la noche marplatense.

21 de Septiembre de 2024 16:14

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luciano se recibió de profesor de primaria en 2011. Vivía en Mar del Plata y había estudiado varias carreras pero ninguna lo convencía. Finalmente decidió optar por la docencia pero las instituciones lo disgustaron.

Eso generó que planeara un viaje que había postergado: "No sabía dónde vivir pero quería irme. Me fui primero como mochilero y volví a trabajar en temporada para juntar plata y salir nuevamente. Así estuve casi unos cuatro años hasta que en Bolivia encontré algo que me encantó: la organización de base, la participación directa y la democracia en pequeños grupos", contó a 0223.

La vida en comunidad es el secreto de Bolivia.

"Con un amigo tuvimos la posibilidad de trabajar en un campo y conocimos gente estupenda. Gracias a la reforma agraria, la gente es dueña de la tierra. Nos reunimos con un joven que se estaba por recibir de ingeniero agrónomo y nos asociamos con inversión para empezar a trabajar en una huerta orgánica", señaló.

El formato le generó algo nuevo y le despertó las ganas de quedarse allí para construir: "Me pareció que tenía más sentido pertenecer a algo así, que a la típica política. Y la biodiversidad fue una de las cuestiones fundamentales para tomar mi decisión de venir a vivir a las yungas de La Paz", sostuvo Luciano.

La comunidad tiene la organización de Luciano busca para él y su familia.

La falta de acceso a servicios básicos lo hizo ver cómo la gente termina "presa de la ciudad"; pero en la comunidad encontró agua potable del cerro, trabajo conjunto y un sindicato agrario que mejoran la calidad de vida de las personas.

"Todos los meses hay reunión y se plantea qué se va a hacer, cuál es el futuro de la comunidad. Los dirigentes son rotativos y gestionan recursos para mejorar la vida acá. Se ponen días de trabajo comunario obligatorio, a los que la falta equivale a una multa, y nadie es dueño de los recursos. 

Muchas personas se acercan a buscar la cerveza artesanal.

Después de un tiempo abandonaron el proyecto de huerta comunitaria y Luciano se puso en pareja con una chica de La Paz, con quien más tarde formó una familia. Así, decidió trasladarse a la ciudad pero nunca dejó su espíritu aventurero y esa libertad organizacional que había encontrado.

"En 2017/18 se me ocurrió la idea de empezar con el emprendimiento de la cerveza artesanal. De a poco comencé a fabricar y a vender cerveza en barril, algo que acá era incipiente. Después vino la pandemia y tuve que parar, pero eso no me detuvo", narró.

Una vez terminada la cuarentena, tomó otra iniciativa e instaló un pub-restaurante. "Sería una cervecería artesanal en Mar del Plata pero acá no existe la figura", comentó entre risas. Una vez más, el intercambio de ideas y experiencias lo maravillaba.

Raíces. La familia de Luciano.

La cervecería Warmi se encuentra en el pueblo de Coroico, a 40 minutos de donde Luciano y su familia viven actualmente. "Yo voy y vengo, me gusta mucho quedarme allá. Cuando puedo, incluso, lo hago toda la semana. Es un lugar muy hermoso", confió.

Actualmente, muchos vecinos y pobladores de la zona buscan la marca y se acercan a probar la cerveza que fabrica el marplatense. Y el 2024 viene con novedades, ya que, gracias a su crecimiento, van a empezar a construir una fábrica en la comunidad. "Es un sueño que estamos por concretar", aseguró esperanzado.