Lo mató por una garrafa y un TV: "Mi amigo le daba un choripán y mirá cómo le pagó"

Amigos y familiares de la víctima pidieron justicia esta mañana en la puerta de Tribunales. Contaron cómo fue el dramático momento en que lo encontraron sin vida en su vivienda de Santa Rosa del Mar.   

Aravena Ramos, de nacionalidad chilena, trabajaba desde hace años en Mar del Plata. Foto: 0223.

6 de Septiembre de 2024 12:20

Por Redacción 0223

PARA 0223

Familiares y amigos de Luis Aravena Ramos se presentaron este viernes a la mañana en los Tribunales de Mar del Plata, reclamando justicia por la muerte del hombre asesinado de 50 puñaladas en el barrio Santa Rosa del Mar.

Luis Suarez, amigo de la víctima, aún conmocionado por el crimen, recordó que él le alquiló la casa a la madre del asesino, Ezequiel Sebastián Orbes (23) y fue ella la que lo trajo al barrio. "Vino por cuatro días y me hizo un desastre. Mató a mi amigo y lo asesinó. Mi amigo le daba un sándwich porque él vendía choripán ahí conmigo y mirá cómo le pagó, matándolo", dijo en declaraciones a 0223

El hombre contó con dolor que la última vez que habló con la víctima, de nacionalidad chilena, le recordó con humor que este jueves iban a jugar por Eliminatorias el equipo trasandino con la selección argentina. "No te olvides Luis", le dijo, la última vez que lo vio con vida. Su amigo como todas las mañanas, bien temprano, le llevaba pan y chorizos, que luego Aravena Ramos vendía. "Me llamó la atención que el perro estaba afuera y como que quería entrar. Y ahí abro la puerta y me encuentro que estaba sin vida", dijo y agregó: "Queremos que le den perpetua y que no pueda salir más ese asesino".

A su lado, Richard Torres, primo de la víctima, aún no salía de su asombro por la inexplicable muerte y no descartó que su pedido de justicia sea llevado al Consulado de Chile en la Argentina. 

"Yo soy chileno y hace 6 años más o menos que nosotros lo trajimos para acá, para que hiciera una vida diferente. Para que estuviera bien. Chocamos nuevamente con otro caso de lo que está pasando acá en Mar del Plata. No hay valor a la vida. No puedo meterme en la cabeza como un tipo por un televisor y una garrafa puede matar a una persona así tan brutalmente como la asesinó. No le podemos encontrar lógica alguna. Lo único que queremos es justicia, que el tipo se hunda en la cárcel".