Alarmante: "Casi estamos en pandemia de salud mental"

Las emociones básicas nos acompañan, pero cuesta afrontarlas y enfrentarlas. Los profesionales se muestran preocupados por las consultas por cuestiones ansiógenas, depresivas y por desregulación emocional. ¿Qué hacer con las emociones?

Las emociones son la manera en que el cuerpo se expresa. Foto de archivo.

9 de Septiembre de 2024 07:54

Hace algunos días atrás, la licenciada Claudia Seresini (MP 46453) brindó una charla sobre las emociones básicas. Aprovechando el fenómeno que generó la película Intensamente, tanto en grandes y chicos, la psicóloga buscó a través de la exposición revertir lo poco que sabemos acerca de nuestras emociones.

“Cuando hablamos de emociones básicas, hablamos de la ira, la tristeza, hablamos del miedo, hablamos del disgusto y hablamos de la alegría. Esta última es la que más naturalizada tenemos, la que menos molesta y la que nadie tiene vergüenza de exteriorizar”, comienza diciendo Seresini.

Las emociones son la manera en que el cuerpo se expresa. Es decir, que una emoción es una respuesta psicológica y fisiológica del cuerpo ante cierto estímulo que puede ser interno o externo, pero que, a su vez, va a generar una retroalimentación, un feedback con el medio. “Yo tuve la sensación de que, además de ser una película muy linda, tiene muchas cosas que son más para grandes que para chicos. Pero vi más gente grande en el cine, porque creo que pasa lo siguiente: los grandes no sabemos bien qué hacer con las emociones”, enfatiza la profesional, refiriéndose a la película Intensamente.

Y ante la pregunta sobre qué tipo de consultas llegan a su consultorio, ella asegura que “Mayormente, al consultorio viene gente a plantearme que no quiere sentir determinadas sensaciones, no quiere sentir angustia, no quiere sentir miedo y, en realidad, no se trata de lo que uno quiere o no quiere, porque las emociones vienen a manifestar algo. Claramente son una incomodidad, pero una incomodidad que trae un mensaje, porque toda emoción trae un mensaje. Lo que pasa es que, mayormente es más práctico disociarse, es decir, no escuchar lo que el cuerpo dice e ir al doctor y que me dé una pastilla para no escuchar lo que el cuerpo me marca. Además, venir a terapia es una opción, pero a veces es la última que se toma por el hecho de decir, ‘Bueno, ahí tengo que hacer frente a esto’”.

Cuando hablamos de emociones básicas, hablamos de la ira, la tristeza, el miedo, el disgusto y la alegría.

- ¿Qué sucede ante esos planteos?

- Cuando el paciente viene con un planteo así, no es que tenemos que educar las emociones. A las emociones las tenemos que permitir, tenemos que hacer lugar. No me tengo que poner mal por estar triste, sino que tengo que entender que, por ahí, en ese momento estar triste es la respuesta, la mejor respuesta que mi cuerpo puede dar y que estar triste viene a decirme que hay una pérdida, un duelo, algo que tengo que resolver. Entonces, empezar a gestionar eso. No se trata de no sentirla, no se trata de reeducarla, no se trata de callarla, sino de hacerle espacio justamente, de permitirme esa cuota de miedo. Tener en cuenta que, primero, las emociones son inconscientes, no es algo que yo elijo. Es lo que siento, puedo prestarle atención o no, pero es lo que siento. Entonces, son inconscientes, son automáticas, surgen en función del contexto. Debemos pensar que la raza humana ha llegado a esta altura por haber podido sobrevivir en la tierra y gran parte de esa supervivencia fue gracias a las emociones.

- Claro, la cuestión es que algunas tienen “mejor prensa” que otras. Todos quieren la alegría, pero a la angustia nadie la quiere.

- Pero todas son necesarias, esa es la verdad. Por eso hay muchas categorías. Algunos la llaman emociones positivas, otros negativas, las dividen así. Es decir, se categorizan en primarias y secundarias que son las que vienen posteriormente. Es decir, como se ve en la segunda parte de la película, ahí vemos que aparecen nuevas cuando la nena crece, que se van integrando en función de esta base mínima que ya tenemos. Después esas se van complejizando y van surgiendo nuevas. Pero, básicamente, estas cinco emociones con las que nacemos son las que nos han traído hasta acá.

- Ese tránsito que debemos hacer con ellas, ¿es mejor hacerlo solo, acompañado o depende de la situación?

- Creo que todo lo que dijiste está bien, todo lo que nombraste. O sea, hay muchas situaciones que las transitamos solos y no hace falta salir a buscar ayuda. Por ejemplo, si hablamos de la tristeza (que tiene que ver con los duelos, con la sensación de pérdida), a veces, no siempre, hay cosas que las podemos gestionar solos. Otras, cuando vos te das cuenta de que no podés, bueno, ese es el momento donde uno sale a buscar ayuda, que en primera instancia, generalmente, es de la familia, de la red del contexto, de los amigos. Bueno, ya cuando eso por ahí no es suficiente, es ahí donde uno debería buscar ayuda profesional o a veces te lo sugieren o te mandan a que busques una ayuda profesional. Pero, generalmente, es un poco de todo.

La película Intensamente fue el disparador de la charla.

- En tiempos donde el deseo está ahí nomás y permanentemente te están llevando a que desees más todavía, ¿cómo se trabaja con el tema de las emociones?

- Mirá, hoy por hoy en este período pos pandemia COVID, yo diría que casi estamos en pandemia de salud mental, porque no encuentro otra manera de llamarlo. Los consultorios nuestros están llenos de personas que consultan por cuestiones ansiógenas, depresivas, por desregulación emocional. Mayormente, el trabajo pasa por ahí, por darle el paciente herramientas para autoregularse, para permitirse y aceptar lo que le pasa, conectar con lo que le pasa, y, bueno, en función de ese camino, de ese acompañamiento que hacemos en el consultorio, es que el paciente se va dando cuenta de que por ahí no es tan malo lo que le estaba pasando, sino que lo que le faltaba era poder aceptarlo, poder animarse a transitarlo. Siempre, detrás de todo ese proceso, va a haber un aprendizaje, un cambio, un crecimiento, un empoderamiento por parte del paciente.

La charla brindada por la licenciada Claudia Seresini fue propuesta por un ciclo que lleva adelante el Colegio de Psicólogas y Psicólogos Distrito X, el que recientemente fue distinguido por el Concejo Deliberante como de interés para la comunidad.

 

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