El marplatense que atajó en River con Ramón y Gallardo, se cansó del fútbol y es empresario tecnológico y DJ

Llegó a Primera luego de compartir inferiores con Enzo Fernández y Guido Rodríguez y una serie de decisiones lo alejaron del deporte profesional. Ahora desarrolla sus habilidades en los negocios.

Junto a Pablo Aimar, Teo Gutiérrez y Sandra Rossi, entre otros.

12 de Enero de 2025 08:25

Por Redacción 0223

PARA 0223

El niño de siete años no para de jugar y es curioso. Corretea en los recreos, le pide ir a lo de un amigo a sus padres. La familia, como cualquier otra de clase media, se reacomoda económicamente en el año 2002, justo después del sacudón del corralito y un país patas para arriba. Nico tiene un compañero que va a fútbol y lo invita a participar de una clase. Su forma de ser proactiva, desafiante y competitiva, lo lleva a aceptar y va.

Quilmes de Mar del Plata vio a Nicolás Francese dar sus primeros pasos en el fútbol. Cuando le ofrecieron pasar de escuelita a Liga faltaba un arquero, él era jugador de campo, pero aceptó ponerse los guantes y no los dejó más. Seis años después el coordinador deportivo le cambió la cabeza. Hasta entonces, a Nico no le interesaba más que como actividad recreativa el deporte, algo que saciaba su necesidad de moverse y vincularse socialmente. Pero apareció la chance de tener una prueba en un club de AFA.

Francese y sus amigos del Club Quilmes.

"A partir de ahí empecé a entrenar dos horas con un entrenador de arqueros que sabía lo que te pedían en Buenos Aires, otras dos con mis compañeros de equipo y después gimnasio", le cuenta Francese a 0223. De esa manera creció corporalmente y sumó habilidades a su juego. Se probó en Tigre, quedó, pero sus padres no veían con buenos ojos que tenga el colegio en Capital Federal, a 40 minutos del club. En Lanús y Estudiantes no quedó, sin embargo la palabra desistir no se encuentra en su diccionario.

En 2009 el tren volvió a pasar. "Nos llevaron a mi y al Chila Gómez (arquero marplatense, actualmente en Barracas Central) a un centro de alto rendimiento y nos vieron de Racing. Me dijeron que si, pero quedó todo en el aire. Volví a Mar del Plata, River hizo una prueba de jugadores locales y quedé (en la misma prueba, River captó a Martínez Quarta). Justo necesitaban a un arquero categoría 95', me dijeron que tenía pensión y colegio y a mis viejos les gustó", recuerda Francese.

Nico Francese y Martínez Quarta, llegando a River, junto a Joaquín Serrago, hermano de Tiago que ahora juega en Aldosivi.

El salto de calidad: compartir entrenamientos con los futuros campeones del mundo

Si bien jugaba en una categoría más grande, Francese conocía los proyectos de cracks que habían llegado con sus mismas ilusiones al club. River ya tenía en sus inferiores a Enzo Fernández y Julián Álvarez y, con un año de diferencia con respecto al arquero marplatense, se veía con gran futuro a Guido Rodríguez. En el equipo de Francese, la potencia y los goles de Gio Simeone abrían los ojos de los entrenadores de Reserva y Primera.

Guido Rodríguez, Kaprof, Francese, Pity Martínez y Boyé tras ganar la Recopa 2015.

"Yo entrenaba el triple más que ellos porque estaba a años luz en calidad", cuenta Francese. Su competencia era directamente con los jugadores que compartían el puesto, pero el salto de nivel se notaba en cualquier parte del campo de juego. "En mi cabeza no existía el no, pensaba que podía superarlos, pero me pasó algo raro: empecé a competir contra mi", agrega. Esa decisión tenía un por qué. Habían pasado seis meses y Nico Francese no jugaba ni en los partidos de entrenamientos.

Una oportunidad contra varias decisiones

Francese compartía categoría y puesto con Maximiliano Velasco (actualmente jugando en Chile) y Nicolás Ciribe (atajó en Aldosivi, vivió en Miramar, participa de la Academia Campodónico y actualmente juega en Italia). Velasco era el más considerado porque había atajado en la Selección Nacional y, de hecho, terminó debutando en la Copa Libertadores. Pero el marplatense iba por lo suyo. 

Su forma de ser proactiva, desafiante y competitiva lo hizo entrar en la consideración de Tato Montes, por entonces entrenador de arqueros (lo es todavía hoy) en las inferiores del Millonario. El equipo principal de su división viajó a un torneo en Costa Rica, Francese tuvo que atajar en AFA con los jugadores que se quedaron y la rompió. No solo eso: en tierras ticas, una bataola terminó con Velasco a las piñas y fue suspendido, y Ciribe se lesionó en una práctica.

Nicolás Francese en el Monumental.

Las chances se presentaron con efecto dominó, siempre con el mérito propio presente (buenas actuaciones defendiendo el arco de su división). Francese subió a Reserva, empezó a entrenar con Chichizola, sin embargo cuando regresaba a su categoría (la quinta) no atajaba porque Luigi Villalba consideraba a Velasco y Ciribe por encima de él. Solo fue un pozo en el camino a Primera.

Francese pensó en cambiar de aire y habló con Huracán. Lo esperaban en la pretemporada 2014 pero el destino le hizo otro guiño riverplatense: Ramón Díaz había vuelto a dirigir sobre finales del 2012, no tenía entrenador de arqueros y lo llamó a Tato Montes para el primer semestre del 2014. Y Tato llamó a Francese para entrenar con la Primera de cuarto arquero, detrás de Barovero, Chichizola y Nico Rodríguez, durante la pretemporada que se realizó en Tandil.

De pretemporada junto a Pezzella, entre otros.

Su status lo convirtió definitivamente en un arquero de Reserva en River. Atajó 11 partidos (por lo general jugaba el suplente de Primera, Chichizola), fue campeón y firmó contrato profesional. Ramón se fue y llegó Gallardo como DT de River, lo llevó a su primera pretemporada en Punta del Este, no obstante tomó una decisión que perjudicó al marplatense.

Estás arriba y podés bajar, así es el fútbol

El Muñeco hizo modificaciones en la estructura de la Reserva, cambió entrenador y formas. Un presagio de lo que sería (y todavía es) su manera de conducir: las decisiones de todo el fútbol en River pasan por él, no solo las del equipo de Primera. "¿Quién asume como entrenador de Reserva? Luigi Villalba", hace memoria Francese. Otra vez el pozo. Las chances del arquero marplatense se redujeron y tuvo que buscar otro destino. Marcelo Escudero, ex ayudante de Ramón Díaz, lo llevó a Fénix a sus 20 años para jugar la B Metropolitana.

Nicolás Francese y Marcelo Barovero.

Camiseta de un partido en Copa Argentina. Foto 0223.

Allí volvió a sentirse importante. Jugó de titular, cambiaron de técnico y perdió el puesto pero lo recuperó. Y el panorama volvió a despejarse. Atlanta, uno de los grandes del ascenso en Buenos Aires, lo llamó. Sin embargo, las condiciones contractuales fueron modificadas, se sintió estafado y se bajó.

Todo se nubló: ¿qué hacer a los 22 años luego de apostar todo al deporte? 

Nicolás Francese ya se había hartado del mundo del fútbol. Decisiones que no entendió en River, miradas de reojo en Fénix y la traición que sintió por parte de Atlanta le colmaron la paciencia. Años entrenando, viajando, los esfuerzos y los sacrificios, para estar sin club. Entrenaba grupos de chicos y chicas de las plazas en Capital Federal para pagar el alquiler sin tocar el dinero que había ahorrado. Tenía que cambiar de rumbo, lo sentía. "Lo primero que me llamó la atención fueron las rondas de inversión. Las veía y decía ´qué copado´. Las conocí mientras estaba en Buenos Aires jugando al fútbol, leyendo diarios".

Volver a Mar del Plata para impulsarse: estudios e inversiones

Francese, con más dudas que certezas sobre su futuro, regresó a la ciudad. Pensaba que sólo sabía jugar al fútbol. "Toda la libido estaba ahí", recuerda. Había intentado estudiar para ser contador pero no podía con su carrera deportiva. Si, emprendió mientras estaba en Fénix: hizo una marca de ropa con un amigo. El bichito había picado.

Ya instalado en Mar del Plata, invirtió en una cadena de barberías. Y retomó los estudios: comenzó la carrera de administrador de empresas. "Ahora estoy emprendiendo. Tengo una empresa de tecnología que automatiza procesos de venta para otras empresas: usamos inteligencia artificial y ayudamos a que sean más eficientes", cuenta luego de siete años desarrollándose como empresario en distintos rubros.

Ser product manager (quien diseña estrategia, planificación y define un producto) de dos startups le permitió identificar una necesidad dentro de la industria tecnológica. Le presentó la idea a un amigo, la desarrolló en su empresa y avanzó con su referencia. Hoy se dedica full time a su proyecto.

La pandemia: un boom para la tecnología

El camino de un futbolista es sinuoso, a veces por demás cruel. Aunque también es cierto que genera una coraza en quienes lo transitan y es robusta. Francese y su equipo iban viento en popa con las barberías en Mar del Plata y San Martín de los Andes, pero se vieron imposibilitados de seguir atendiendo a sus clientes. 2020, llegó el covid. 

"Mi primer viaje con la tecnología como objetivo fue en pandemia. Tenía las barberías y no sabía qué hacer para pagar sueldos y alquileres. Entonces se me ocurrió crear una academia online e hicimos una plataforma. Ese fue mi primer contacto directo con desarrolladores"

La plataforma que alojaba la academia online para barberos desprendió intereses, a tal punto que se la terminaron comprando a Francese. Todavía las restricciones preventivas con respecto al virus persistían, entonces Nico decidió volver a capacitarse: comenzó a estudiar tecnología blockchain (la tecnología de las criptomonedas).

Entre cursos y capacitaciones, creó un discord (plataforma para intercambiar información entre usuarios) donde compartía ofertas de trabajo orientadas al mundo cripto. "En el discord tenía un apartado para que me escriban fundadores de empresas o CEO' s. Me contactó una persona con ese rol para compartir una oferta de empleo en el espacio, pero le contesté para aplicar yo mismo. Terminé trabajando con el equipo que creó ZonaJobs y ZonaProp, entre otras. Fue un posgrado en tecnología".

Los desafíos de las startups y un sacrificio conocido

Conectar con una experiencia conocida por las habilidades blandas que requiere: esfuerzo, capacidad, inteligencia y confianza para aprovechar las oportunidades. "Hay una estadística que dice que de cada 100 startups, una tiene éxito", dice Nicolás Francese. Quizás es una probabilidad que se emparenta a las chances en el fútbol. 

¿Cada cuántos chicos que quieren ser profesionales aparece uno que llega a Primera? El desafío constante es la motivación que encuentra el ex arquero, ahora empresario tecnológico, en todo lo que se propone. "El fútbol me enseñó las habilidades que aplicó hoy, 100 por ciento".

Su nuevo proyecto, un hobby. ¿Un hobby?

La mezcla de sus habilidades y gustos confluyen en la ventana que recientemente abrió en su vida. Nico Francese se lanzó como DJ, en principio como pasatiempo, pero ya con fechas que lo llevaron a tocar junto a su socio en boliches porteños, en Mar del Plata y Mendoza. "Es algo nuevo y en lo que puedo crecer, escalar. Pero es algo que disfruto", asegura el ex arquero. ¿No será una nueva profesión?