El término síndrome y su relación con la literatura

¿Cómo se relaciona la palabra síndrome con la literatura? En la búsqueda de particularizar algún rasgo distintivo, tanto la medicina como el psicoanálisis han elegido la literatura o la geografía para sus denominaciones.

¿En qué consiste el Síndrome de Alicia en el país de las maravillas?

26 de Enero de 2025 14:17

La palabra "síndrome" proviene del griego antiguo syndromos (σύνδρομος), que significa “concurrencia" o "correr juntos". Es decir que, etimológicamente, el síndrome se refiere a un conjunto de síntomas que ocurren juntos y que caracterizan una condición particular.

Pero en la actualidad, y vista desde la medicina y el psicoanálisis, el término síndrome se utiliza para describir un conjunto de signos y síntomas que aparecen juntos y que son característicos de una enfermedad o condición específica.

Cuentan que el término síndrome comenzó a utilizarse en medicina durante el siglo XVII. Uno de los primeros en emplearlo fue el médico inglés Thomas Sydenham, conocido como el Hipócrates inglés, para describir un conjunto de síntomas que observaba en sus pacientes. Sydenham fue pionero en la clasificación de enfermedades basándose en los síntomas clínicos, lo que sentó las bases para el uso moderno del término síndrome.

Pero para el psicoanálisis, el concepto fue adoptado a principios del siglo XX por Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, quien lo utilizó para describir un conjunto de síntomas psicológicos que observaba en sus pacientes. Freud identificó varios síndromes, como el "síndrome de conversión", donde los conflictos psicológicos se manifiestan en síntomas físicos y muchos otros que fueron emparentados con ciudades, personajes o historias literarias.

El concepto síndrome fue adoptado a principios del siglo XX por Sigmund Freud.

De ellos podríamos mencionar:

El síndrome de Juana de Arco o ser “demasiado bueno”:
Este síndrome lo sufren aquellas personas que sienten un deseo irrefrenable y exagerado de ayudar a los demás, hasta tal extremo que quienes lo padecen pueden llegar a olvidarse de sus propias necesidades.

Síndrome de Alicia en el país de las maravillas:
Este trastorno lo padecen aquellas personas que perciben alteraciones en la forma y el tamaño tanto de los objetos como de su propio cuerpo. Es decir, que se ven a sí mismos o a ciertas partes de su cuerpo más grandes o más pequeñas de lo que son en realidad. Pueden sufrir una percepción distorsionada del espacio e incluso del tiempo.

Síndrome de Otelo:
El nombre lo toman del personaje de la tragedia de Shakespeare. Al igual que el protagonista de esta, el sujeto cae en una preocupación excesiva e irracional por una posible infidelidad de la pareja, aunque no tenga ningún motivo para pensar que su pareja les engaña.

El origen del síndrome o complejo de Electra:
El complejo de Electra fue definido por el psiquiatra y psicólogo suizo Carl Jung como la contrapartida del complejo de Edipo. Describe la dinámica en la que la niña siente una atracción hacia la figura del padre, lo que genera una rivalidad con la madre. A diferencia del de Edipo, este no está marcado por cierta connotación sexual.

El complejo de Edipo:

Debe ser el más conocido y de uso popular de todos. Este se refiere a una etapa del desarrollo infantil en la que un niño siente una atracción inconsciente hacia el progenitor del sexo opuesto y una rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo. Freud creía que este complejo es una parte normal del desarrollo y que, al superarlo, el niño aprende a identificarse con el progenitor del mismo sexo y a desarrollar una identidad sexual saludable. La relación con el personaje mitológico Edipo proviene de la tragedia griega Edipo Rey escrita por Sófocles. En la historia, Edipo, sin saberlo, mata a su padre y se casa con su madre, cumpliendo así una profecía. Freud utilizó esta historia como metáfora para describir los deseos inconscientes y los conflictos que los niños experimentan durante su desarrollo.

Se dice que los japoneses son los más proclives al síndrome de París.

Otros síndromes están relacionados con ciudades, como por ejemplo el Síndrome de París o el de Venecia.
En el primero, el trastorno psicológico es transitorio y afecta a ciertas personas durante su visita a la capital francesa. El síndrome aparece como señal de un marcado contraste entre sus expectativas y la realidad que encuentran. Puede manifestarse en ansiedad, depresión, taquicardia, desrealización, sudores, agresividad o mareos como consecuencia de la decepción que se llevan con la ciudad luz. Dicen que este síndrome afecta en su mayoría a turistas japoneses.

El Síndrome de Venecia, por su parte, podría denominarse también “Exceso de turismo”. Se le dio el nombre de la ciudad italiana porque se considera que esta es el paradigma de la masificación turística. Para el padeciente, el habitante de esa ciudad, esta pierde parte de su esencia al transformarse para satisfacer las demandas del turismo.

Queda claro que, a la hora de nombrar los síndromes, las ciencias han tomado en cuenta aquello bien arraigado a la individualidad y particularidad de los sujetos, así como sus vínculos. Y por eso, nada mejor que la literatura para tomar sus modelos.