Asociación ilícita mixta: la Cámara confirmó que José Luis Segovia y el resto de los imputados irán a juicio
Lo resolvió este martes la Sala I. Rechazó los planteos de nulidad y el cese de detención del ex comisario. Tambié sobreseyeron al ex policía Javier Rubén Collova.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Tres meses después de la decisión del Juzgado de Garantías N°1 de elevar a juicio la causa por la asociación ilícita mixta acusada de controlar la compra venta ilegal de dólares en la avenida Luro, de desviar investigaciones judiciales y brindar protección a delincuentes que estaba liderada por el ex jefe departamental de policía José Luis Segovia, la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías rechazó los planteos de nulidad y confirmó la medida.
Fueron los Jueces Alfredo Deleonardis y Marcelo Madina quienes en una resolución de treinta paginas también rechazaron el pedido de cese de detención del ex jefe departamental –único de los imputados que permanece alojado en el complejo penitenciario de Batán-, revocaron parcialmente el sobreseimiento por el delito de prevaricato tras el pedido del Ministerio Público Fiscal y sobreseyó al ex policía Javier Rubén Collova.
Éste último, representado por la abogada penalista Adelina Martorella, había estado a cargo del Gabinete de Robos calificados a viviendas de la DDI y había quedado imputado por los delitos de partícipe de asociación ilícita y encubrimiento. Con esta decisión, junto a Segovia serán juzgados Juan Pablo Velázquez, Mauricio Ramírez Armani, Jonathan Sonzogni, Cristian Gari, Lautaro Resúa, Claudio Alaniz, Javier González, Christian Holtkamp, Gastón Moraña, Nicolás Rivademar, Héctor Sosa y Jorge Toletti.
Ya en la resolución que en junio dictó el Juez de Garantías Daniel De Marco se había sobreseído a Iván Medigovich y Leonardo Di Biase en orden a los delitos de encubrimiento agravado por ser funcionario público, falsificación o adulteración ideológica de documentos públicos, incumplimiento de los deberes de funcionario público y estafa procesal. La situación del resto de los imputados, más allá de sobreseimientos parciales, se resolverá en un juicio oral y público en Tribunal y fecha a definir.
En sintonía con el pedido de la Fiscalía General en la investigación realizada con miembros del CATI, se pudo establecer que trató de una organización delictiva estable y perdurable a lo largo del tiempo dirigida por Segovia y que integraba el policía Gastón Moraña, los ex oficiales Javier González y Héctor Sosa, el policía federal Nicolás Rivademar, el agente retirado Christian Holtkamp, el ex comisario exonerado de la fuerza Juan Pablo Velázquez, el abogado Lautaro Resúa, los ciudadanos Javier Toletti y Claudio Alaniz. También habló de un segundo grupo, con menor grado de importancia en el que estaba Javier Collova.
“Una red de acuerdos clandestinos entre uniformados, marginales y delincuentes”
Para los investigadores, el grupo logró desviar algunas investigaciones y hacer caer en errores a otros fiscales que investigaban los robos y a la propia Justicia de Garantías. También, a partir de la posición de Segovia como jefe de la DDI primero y luego de la Jefatura Departamental, se registraron distintos episodios constitutivos de abuso de autoridad.
Los últimos delitos detallados en la requisitoria son los relacionados con el control de la compra venta de dólares en la avenida Luro, la complicidad con cambistas y la extorsión a los “arbolitos” que debían pagar cuotas para operar. También se desarrolla el delito de prevaricato para el abogado Resúa –que obtuvo falta de mérito en el comienzo de la investigación- y la tenencia de arma de fuego en el allanamiento que se hizo en la casa de uno de los acusados de recaudar para Segovia.
La cuestión patrimonial del jefe
En el pedido de elevación, y tras aclarar que en los casos de corrupción y criminalidad organizada la prueba directa del pago de coimas o sumas indebidas resulta especialmente difícil de mostrar, señalaron que ya al momento de solicitarse la prisión preventiva de Segovia se advirtieron ciertas y llamativas inconsistencias en su patrimonio que aparecían incompatibles con sus ingresos como funcionario policial.
Para los investigadores se verificó un aumento patrimonial significativo, un nivel de vida incompatible con sus ingresos y ciertas operaciones económicas que, hasta la fecha, no pueden ser explicadas de forma lícita. “Y lo más relevante es que ese crecimiento coincidiría en tiempo y en funcionalidad con los hechos investigados en las presentes actuaciones, de los que se sigue un circuito de recaudación ilegal estructurado y sostenido bajo su mando con fuente en actividades también ilegales”, agregaron.
“El dinero pudo no haber sido filmado al momento del intercambio. Pero dejó huellas: en las cuentas, en los bienes, en los fajos de efectivo, en las cajas vacías. Y cuando los ingresos no explican los egresos, cuando la evidencia contable contradice el relato defensivo, cuando todo coincide en tiempo, forma y función, ya no se habla de sospecha, se habla de prueba”, concluyeron.
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