Robaba kioscos y atendía a los clientes que entraban: preventiva para “El simulador”
Jorge Granado seguirá alojado en el complejo penitenciario de Batán. También se la dictaron a su cómplice, pero la medida fue apelada y espera resolución.
Por Redacción 0223
PARA 0223
La Justicia de Garantías dictó la prisión preventiva de los dos acusados de robar al menos diez negocios –kioscos y una heladería- entre octubre de 2024 y septiembre de 2025 en el marco de una investigación a cargo de la fiscalía de robos calificados negocios que lleva adelante el fiscal Fernando Berlingeri.
La medida alcanza a Jorge Granado (48) y Omar Luvoni (28) quienes fueron detenidos con apenas cuarenta y ocho de diferencias el mes pasado por personal del Gabinete de Robo a Comercios de la Dirección Departamental de Investigaciones. En el caso de Luvoni, la medida fue apelada y debe ser resuelta por la Cámara de Apelación y Garantías.
Una de las singularidades de la investigación fue que, en al menos dos de los diez robos, Jorge Granado resolvió el ingreso de clientes durante el asalto haciéndose pasar por un empleado del local y atendía a las personas para que no lo descubrieran.
Al ser detenido el 3 de septiembre pasado en Beltrán al 5400 tenía en su poder una réplica de pistola calibre nueve milímetros, un bolso deportivo –que usaba para llevarse el botín-, un buzo gris y 88 atados de cigarrillos, producto de un robo cometido minutos antes en un kiosco de la avenida Pedro Luro en el centro de la ciudad.
Granado había sido identificado como uno de los autores de la seguidilla de robos y ya registraba un pedido de captura desde mediados de junio por el incumplimiento de algunas pautas cuando le otorgaron la libertad condicional.
En el caso de Luvoni, la detención se hizo efectiva tras un allanamiento en una vivienda de Tomás Manuel de Anchorena, entre Los Manzanos y Las Primaveras. Allí también notificaron a su pareja, una mujer de 28 años, y secuestraron varias prendas de vestir empleadas en algunos de los hechos investigados.
Los dos engaños
De todos los hechos investigados por la fiscalía se estableció que en al menos dos oportunidades Granado simuló ser un empleado del local que estaba asaltando ante el ingreso de circunstanciales clientes.
El primero de ellos fue el 15 de agosto en Independencia al 600 dónde actuó acompañado por otro sujeto y dónde simuló ser un empleado para venderle un atado de cigarrillos a un hombre que ingresó durante el robo.
El 27 de agosto volvió a demostrar sus dotes actorales durante el robo a un kiosco en Colón al 1800, en inmediaciones de Tribunales: tras reducir al empleado, atendió a un cliente que llegó y luego escapó con dinero y cigarrillos.
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